Tubacex cumple 180 días de huelga sumida en un pulso entre la dirección y el comité
La empresa advierte del riesgo para las plantas vascas, pero los sindicatos exigen que retire el recurso contra la sentencia que anuló los despidos
Tubacex cumple hoy 180 días de huelga en sus plantas vascas de Llodio y Amurrio, paralizadas por un enconado pulso entre la dirección y el ... comité de empresa que siembra de incertidumbre el futuro de estas fábricas que dan empleo a 800 personas en el Valle de Ayala. El conflicto se ha recrudecido aún más después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) declarase nulo el ERE que afecta a 129 trabajadores (95 despidos y 34 bajas y prejubilaciones). Enardecidos por esta victoria, ELA y LAB exigen que la empresa retire el recurso al Supremo para desconvocar el paro y este es el criterio que prevalece en el comité, pese a voces disonantes como la de CC OO, que pide una votación de toda la plantilla en asamblea, algo que todavía no se ha realizado. Por su lado, el fabricante de tubos advierte de que peligra la continuidad de las plantas, mientras se niega a retirar el recurso.
La huelga en Tubacex comenzó el 11 de febrero, después de que la empresa confirmase que iba a aplicar un ERE, que en un principio afectaba a 150 trabajadores de los 800 ocupados en Llodio y Álava. La compañía se escudó en el fracaso de las negociaciones para aplicar un recorte salarial y la necesidad de realizar un ajuste, tal y como había hecho en las 20 plantas que tiene en el extranjero. Argumentó que la crisis del sector del petróleo y el gas, al que van dirigidos sus tubos, se ha agravado con el Covid y la acelerada transición hacia energías renovables.
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Los sindicatos presentes en el comité -ELA (4), STAT (4), CC OO (3), LAB (1) y ATAL (1)- impugnaron el ERE y el Superior vasco les dio la razón en una sentencia que lo declaró nulo. Los magistrados consideraron que los problemas de la empresa estaban ligados a la crisis coyuntural del Covid y que, por tanto, se había vulnerado la prohibición de despedir en esta situación establecida por el Gobierno central. El tribunal, a diferencia de sus homólogos en España con excepción de Asturias, se decanta por anular los despidos en estos casos en vez de declararlos improcedentes.
La compañía se niega a desistir de su apelación al Supremo como le reclaman ELA y LAB
enfrentamiento
Nada más conocerse el fallo, la empresa anunció que iba a recurrir al Supremo y también que no iba a reincorporar a los despedidos, sino que les dejaría en casa pagándoles el salario. Es la misma decisión que tomó PCB, la filial de ITP Aero, ante una sentencia idéntica del Superior vasco que tumbó su ERE. Pero a diferencia de lo ocurrido en ese caso, donde la huelga se desconvocó ya el día de celebración del juicio, en Tubacex se optó mantenerla. Los sindicatos quisieron conservar así ese arma de presión frente a la compañía.
Bloqueo
Se abrieron entonces negociaciones entre las partes, pero aún no se ha llegado a ningún acuerdo y hay un absoluto bloqueo. «Está todo parado», decía ayer a este periódico el presidente del comité, Eduardo Ibernia, perteneciente a ELA. Tras su primera respuesta, la empresa accedió a reincorporar a los trabajadores despedidos de forma escalonada hasta el 30 de noviembre y también a abrir una proceso de bajas incentivadas. Pero se ha negado en rotundo a retirar el recurso, que considera «un derecho legítimo a la tutela judicial efectiva». En el fabricante de tubos existe el convencimiento que el Supremo va a rectificar la sentencia del Superior vasco y su particular criterio.
ELA y LAB exigen la retirada del recurso. Para la central que encabeza Mitxel Lakuntza, que ha liderado la impugnación en los tribunales, es una condición imprescindible. El sindicato quiere hacer valer la victoria que obtuvo en el Superior vasco que, según reivindica, no solo anuló los despidos por su relación con causas Covid sino que declaró insuficientes las razones del ERE.
CC OO se desmarca y exige que la plantilla pueda votar en asamblea sobre la continuidad del paro
División
Este criterio es el que ha impuesto en el comité, en el que se han abierto grietas. Mientras STAT y ATAL se abstuvieron en la última votación sobre el mantenimiento de la huelga, CC OO se manifestó en contra y exigió que se convoque la asamblea de trabajadores para un referéndum. Hasta ahora no se han colocado las urnas y las decisiones se han tomado en el seno del comité, tras consultar cada sindicato a sus afiliados por separado. En la plantilla existe una creciente división porque son muchos los trabajadores en situaciones dramáticas después de seis meses sin cobrar.
Mientas tanto, la empresa insiste una y otra vez en que el futuro de las plantas está en peligro. La compañía registró unas pérdidas de 23 millones en el primer semestre, frente a los 8 millones de números rojos del año anterior, y una caída en los ingresos del 43% hasta los 160 millones. Desde las instituciones, por su lado, se han limitado a instar al diálogo. «Esto no puede ser un pulso, nos jugamos mucho», ha dicho el diputado general de Álava, Ramiro González.
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