Las redes sociales cambian el patrocinio deportivo

Para ser deportista profesional ya no vale sólo con entrenar, luchar en la competición y ganar; ahora hay que saber comunicar, transmitir unos valores y relacionarse con los aficionados de esas disciplinas deportivas, porque de ello dependen en gran parte los ingresos vía patrocinios, que son los que permiten precisamente que el deportista pueda dedicarse a ello.

El atleta de triatlón Eneko Llanos y el jugador de rugby Ignacio Martín, ambos olímpicos y con un palmarés de trofeos internacionales que sólo se puede ver en las élites de cada disciplina, mostraron ayer en Bilbao la doble vertiente de sus carreras vitales: la parte puramente deportiva (Martín mira a las Olimpiadas de Tokio 2020 y Llanos, tras vencer en Arizona, planifica ahora su participación en el trofeo cumbre del Ironman de Hawai 2019) y la parte empresarial, que supone que tu gran pasión sea también tu profesión.

Y es precisamente sobre esta segunda vertiente en la que se apoyó la jornada de intercambio de experiencias, de networking, organizada ayer en Bilbao por la asociación de directivos APD, la fundación Basque Team y la Fundación Athletic, «¿Individualmente o en equipo? Claves del éxito en el deporte y en la empresa», en la que participaron ambos deportistas, con la colaboración de la periodista de EL CORREO Carmen Larrakoetxea, que actuó de moderadora.

En materia de patrocinios, «la clave está en vender algo que perdure, en los valores, no vale sólo con tener muchos seguidores o atraer muchos 'likes'. Si no hay nada detrás corres el riesgo de ser flor de un día», explicó el jugador de rugby Ignacio Martín; opinión que el triatleta Eneko Llanos reforzó indicando que «las marcas buscan visibilidad y que trasmitas sus valores, por lo que tiene que haber una consonancia entre ambos». Mientras hace años, cuando empezaba Eneko, para captar patrocinadores se iba con el palmarés y los recortes de prensa del impacto de los triunfos, hoy en día están altavoces como las páginas webs, los perfiles de twiter, facebook, etc, junto a la correspondiente anotación de Wikipedia: además de mostrar, permiten al deportista interactuar con sus seguidores y con otros deportistas.

Estableciendo paralelismos deportivos y empresariales, Ekeno Llanos se identificó con el emprendedor o el empresario autónomo que, además de autoexigirse al máximo en su preparación deportiva, «soy mi agencia de comunicación, mi contable, mi secretario, me toca buscar patrocinadores, etc». En cambio, en las disciplinas de equipo parte de todo esto lo asume la organización, lo que no quita para que Martín aclarara que eso no quita el trabajo como deportista individual. Uno de los momentos clave de su vida fue tomar la decisión de apostar por el Rugby 7 (competición de siete jugadores por equipo que tiene categoría olímpica, frente al modelo de Rugby 15), analizó en qué parte del mundo podía formarse mejor y allí fue: «vi que era en las islas Fiyi (en Oceanía), me cogí la maleta y lo aposté todo».

La segunda gran ocasión en la que Martín cogió la maleta arriesgándolo todo fue en 2008: vio que su modalidad deportiva tenía mayor desarrollo en Italia. «Cojo el coche, meto lo indispensable, conduzco hasta Italia, me presento a un par de clubes, consigo una persona que hable por mí y me hacen una prueba». A partir de aquí, como toda gran empresa que quiere penetrar en un nuevo mercado o país, Martín se puso activamente a aprender su cultura, su idioma e incluso se estudió todos los nombres y fotos de los jugadores con los que iba a estar para poder dirigirse a ellos por sus nombres el día de las presentaciones.

El debate sobre el paralelismo entre el mundo deportivo y el mundo empresarial se prolongó durante casi hora y media. Se vio que para ambos, el mercado, el campo de juego, es global; la estrategia tiene que cubrir el corto plazo de la siguiente competición y el largo para planificar los derroteros profesionales tras dejar la competición; la innovación constante, tanto en técnicas deportivas y nutricionales como en los avances tecnológicos para la práctica deportiva; y la importancia de integrarse en los equipos propios, pero también de colaborar con los adversarios en pro del desarrollo común.

Y específicamente los deportistas mostraron a los directivos que acudieron a la jornada cómo hacen ellos para reponerse frente a las derrotas, cómo se motivan para los grandes desafíos, qué les ayuda a trabajar bajo presión, cómo desconectar tras las competiciones...