La importante novedad de los planes de pensiones en 2025

Desde el pasado 1 de enero es más fácil rescatar las aportaciones a los planes de pensiones. Ese día se hizo efectivo el contenido de una ley, elaborada en 2014, que permitía a los poseedores de uno de estos instrumentos de ahorro retirar el dinero invertido con al menos 10 años de antigüedad.

Hasta 2025, para poder rescatar el dinero de un pan de pensiones se debía dar alguna de las siguientes circunstancias: haber llegado a la edad de jubilación, encontrarse en una situación de dependencia severa o gran dependencia, fallecimiento, e incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez. También se podía pedir el reintegro de las aportaciones en caso de desempleo de larga duración o por padecer una enfermedad grave.

Este año se abre un nuevo supuesto de liquidez: cualquier persona podrá rescatar, sin esperar a jubilarse o encontrarse en alguno de los supuestos anteriores, la parte de su plan correspondiente a las aportaciones de al menos 10 años de antigüedad. Es decir, las realizadas antes el 1 de enero de 2015. Esta novedad afecta, además, no sólo al capital invertido, sino también a los rendimientos que haya podido generar.

La tentación de retirar ese dinero puede ser grande pero, tal y como informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), «es un error típico rescatar un plan de pensiones en cuanto se presenta la primera oportunidad de hacerlo, lo que incluye también rescatarlos nada más jubilarse».

El dinero de un plan de pensiones tributa en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como renta del trabajo. Esa cantidad se suma, por tanto, a posibles salarios, pensiones, rendimientos del trabajo por cuenta propia, o rentas del alquiler. «Por eso tu IRPF se podría disparar, superando el ahorro fiscal que habías logrado en los años en que hiciste las aportaciones», advierte la asociación.

El tipo de gravamen soportado podría llegar, «en el peor de los casos, al 47% o más: al 50% o 54%» según la comunidad autónoma. Además, la base imponible del IRPF aumentará y, «si tienes alguna ayuda ligada a que se mantenga por debajo de cierto límite (por ejemplo, becas de estudio), podrías perderla».

En el caso de las EPSV (los planes de previsión más generalizados entre los residentes en Euskadi), cuentan con una normativa propia, que ya contempla la posibilidad de retirar las aportaciones con más de 10 años de antigüedad sin tener que justificar alguna de las situaciones que en cualquier momento dan derecho a su rescate.

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