El traslado de empresas arroja un saldo negativo para Euskadi en el primer trimestre

Cataluña ha perdido 84 empresas en ese saldo entre las que llegan y las que se van. Así lo refleja un estudio elaborado de forma habitual por Informa D&B, una empresa filial de Cesce, compañía de aseguramiento de la exportación que controla el Estado a través de una mayoría en las participaciones accionariales.

Los datos no han hecho sino confirmar que no se reconduce la situación registrada en los últimos ejercicios, ya que Euskadi sufre, con mayor o menor intensidad, un drenaje permanente en el número de empresas que toman la decisión de cambiar su sede social. En 2023,por ejemplo, Euskadi cerró con un saldo negativo: se fueron 32 empresas más de las que recalaron en la comunidad autónoma.

Según los datos del informe, este saldo neto negativo del primer trimestre supone la pérdida de 15 millones de euros de facturación, una cifra muy pequeña, pero ya anticipa que la cifra para el conjunto del año puede empeorar los registros de todo 2023. Y ello pese a que el movimiento total de empresas dentro de España parece haberse desacelerado. En el periodo de enero a marzo un total de 1.501 sociedades mercantil han cambiado de sede, cifra que es un 3% inferior a las que tomaron una iniciativa similar en los tres primeros meses de 2023.

Tampoco es una novedad, es simplemente la consolidación de otra tendencia aunque en el lado positivo, pero Madrid figura de nuevo como el principal polo de atracción en este fenómenos de la migración empresarial. En el primer trimestre de 2024 se han establecido en la comunidad autónoma 181 empresas más de las que han salido de Madrid. Pese a ello, no todos los datos son positivos para ese territorio. Si el movimiento de sedes sociales de compañías se contrasta con el impacto económico que provocan esas decisiones -muchas veces un mero apunte contable y un trámite burocrático en el registro mercantil correspondiente, sin incidencia real en la riqueza o el empleo generado en uno u otro territorio-, el saldo es muy negativo. La razón es que el principal movimiento de sede social que se ha producido en España ha sido el de la compañía Ford, que estaba en Madrid y que ha decidido trasladar su sede a Valencia, donde desarrolla su actividad industrial. Ese traslado supone para Madrid restar nada menos que 7.521 millones de euros anuales de facturación.

En el flujo de las empresas vascas tampoco hay sorpresas en cuanto al origen y destino de las que se mueven. El informe, elaborado con los datos públicos de los diferentes registros mercantiles, indica que de las 66 empresas que han llegado a Euskadi desde otras comunidades, 21 de ellas, el grupo más importante, procede de Madrid. Pero también es Madrid el destino preferido de las sociedades que abandonan el País Vasco. Allí han acabado 62 de las 111 empresas que se han ido.