El taller que acabó en liquidación y lo que sucedió en los grandes EREs

Otra cuestión clave, añade, son los salarios de tramitación consignados por la empresa desde el despido hasta el fallo del Superior vasco. La ley establece que los debe devolver el Estado.

La sentencia, casi dos años después de que el Superior vasco fijara su criterio, llega tarde para Jesda, aquel taller de Galdakao sobre el que recayó el primer fallo. La pyme, que fabricaba utillaje para grupos aeronáuticos, entró en concurso de acreedores unos meses después de la sentencia de febrero de 2021, que declaró nulo el despido de un trabajador. «Ya está en liquidación», explica su administrador concursal. La firma readmitió al operario que le había demandado, pero unos meses después hubo un ERE para toda la plantilla.

En cuanto a los grandes despidos colectivos que se resolvieron con el polémico criterio del Tribunal Superior vasco vigente, los resultados han sido dispares. En el caso del fabricante aeronáutico Aernnova, la sala liderada por Pablo Sesma consideró procedente el ERE, al entender que había causas estructurales que lo justificaban, al margen de que el covid hubiese aumentado las dificultades.

En PCB, perteneciente a ITP Aero, el Superior vasco aplicó su criterio y declaró nulos los despidos al estimar que los problemas derivaban de la pandemia. El Supremo avaló la decisión, pero no por esta razón sino por considerar que el ERE había sido una represalia por recurrir el comité un ERTE anterior. En cuanto a Tubacex, los sindicatos llegaron a un acuerdo con la empresa, tras una dura huelga, y evitaron así que el recurso llegara al Supremo.