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Del cataclismo que se produjo el pasado miércoles en el Congreso, cuando se derogó el decreto ómnibus y el gravamen a las energéticas, solo se salvó la última parte de la reforma de las pensiones, cuyo objetivo principal es mejorar los incentivos para estirar la ... vida laboral de los trabajadores más veteranos. Los principales cambios se centran en la denominada jubilación activa, que es una modalidad que permite combinar, una vez alcanzada ya la edad oficial de retiro, el cobro de la pensión con un salario. Es una fórmula que hasta ahora ha tenido poco éxito y prueba de ello es que en Euskadi actualmente solo 2.900 jubilados están acogidos a ella -la cifra incluye otras opciones muy residuales- sobre un total de 377.000.
Esta reforma, aprobada a finales de 2024 según lo pactado en verano con patronal y sindicatos, entrará en vigor el próximo 1 de abril e introduce modificaciones en la jubilación parcial, la demorada y la activa. Pero se centra especialmente en esta última porque, según reconoció la propia ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, no está funcionando como debiera porque la cifra de quienes se acogen a esta fórmula «lleva años estancada».
No ocurre lo mismo con la jubilación demorada, que consiste simplemente en seguir trabajando más allá de la edad de jubilación y recibir unos 'premios' por ello -un 4% de mejora de la pensión por cada año de cotización extra, una cantidad a tanto alzado o una combinación de ambas-. Antes de que en 2022 entraran en vigor estos incentivos, sólo el 4,8% de los jubilados optaban por esta vía. Ahora cada año se acogen un 10%, principalmente autónomos, entre los que el porcentaje llega al 26%, por la necesidad de mejorar sus prestaciones, que en Euskadi rondan los 1.100 de media frente a los 2.000 de los asalariados. Y el texto ahora ratificado en el Congreso introduce una nueva mejora porque el complemento económico se computará de manera semestral (un 2% cada seis meses) a partir del segundo año.
Pero la jubilación activa, que permite combinar salario y pensión, no termina de convencer y por eso una de las medidas adoptadas consiste justo en hacer compatible esta fórmula con los incentivos a la jubilación demorada. Otra mejora importante que se introduce es que ya no hará falta que los interesados acrediten una carrera completa de jubilación, esto es, haber generado el derecho del cobro del 100% de la pensión. Es una medida que beneficiará principalmente a las mujeres, ya que tienen vidas laborales más cortas e irregulares que los hombres.
Lo que no cambia es la exigencia actual de que los trabajadores que opten por la jubilación activa deban estar todo un año trabajando después de cumplir la edad de jubilación sin recibir ninguna parte de la pensión. Además, la reforma establece unos cambios en los porcentajes de prestación que se pueden cobrar que han causado cierto malestar porque en algunos casos implica un empeoramiento respecto al escenario anterior.
Así, la regulación previa establecía que se podía recibir un 50% de la pensión, con la posibilidad de llegar al 100% en el caso de los autónomos que tengan contratado un trabajador por cuenta ajena. Ahora la cosa se complica. Como norma general, el porcentaje baja al 45% el primer año de demora, sube al 55% en el segundo y llega al 100% el quinto.
Para los autónomos con un trabajador contratado se establece un 75% los tres primeros años y también se llega al 100% en el quinto. Además, se ponen más condiciones porque el trabajador contratado deberá tener una antigüedad de 18 meses y, si se contrata a una persona nueva, deberá ser con carácter indefinido y no haber tenido vínculo con el trabajador autónomo en los dos años anteriores.
«Vemos un empeoramiento claro y por eso estamos tratando de buscar respaldo parlamentario para una enmienda en la que se incrementen los porcentajes de pensión compatibles con el trabajo», critica Eduardo Abad, presidente de la asociación de autónomos UPTA. Recuerda que en España se van a jubilar más de 470.000 autónomos en los próximos tres años y «hay que incentivar de verdad la posibilidad de que sigan activos».
En la misma línea, Pompeyo Herrera, de la Asesoría Algorta, tiene dudas de que los cambios introducidos vayan a relanzar esta modalidad. «No veo claro que haya una mejora, especialmente para los autónomos. Antes al menos podían compatibilizar el 100% de la pensión si tenían una persona contratada».
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