Sidenor pagará hasta 183 millones de euros para hacerse con el control de Talgo
El consorcio de Jainaga, Gobierno vasco, BBK y Vital adquiere el 29,7% de las acciones del fabricante de trenes con un pago condicionado, pendiente de negociar, de hasta 5 euros por acción
El 14 de febrero, además de San Valentín, ha sido este viernes el día en el que tras un largo y complejo proceso el consorcio ... liderado por Sidenor ha logrado su particular 'match' empresarial. Un principio de acuerdo con el que la siderúrgica, el Gobierno vasco y las fundaciones BBKy Vital, se hacen con el control de Talgo.
El plan para poner al presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, al frente del fabricante de trenes de alta velocidad como único socio industrial ha llegado a la estación destino. Eso sí, el viaje para firmar definitivamente con el fondo inversor Trilantic, principal accionista de Talgo, requerirá limar detalles. Este viernes el consorcio vasco ha tenido que mejorar su oferta para alcanar una rúbrica que comunicar a la Comisión Nacional delMercado de Valores (CNMV). Así, la adquisición de las acciones que controla Trilantic –el 29,7%– supondrán un precio que podría alcanzar los 183 millones, lo que supone un pago de 5 euros por acción, como venía reclamando el fondo británico, pero condicionado por un variable.
El primer ingreso es de 153 millones –4,15 euros por título– como planteó Jainaga la semana pasada. Y luego se recoge un segundo abono condicionado a la evolución del negocio de 0,85 euros por acción, que haría ese total de 183 millones. Es, precisamente, esta variable y sus condiciones una de las cuestiones que seguirán debatiéndose en los próximos días y, una vez determinada, se realizará la firma con la ratificación definitiva.
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Eso sí, el procedimiento, como pretendía el industrial, evita la presentación de una opa por el 100% de Talgo, lo que hubiera elevado los costes hasta los 619 millones. Para afrontar la financiación, Sidenor aportará 45 millones y contará con el apoyo del Gobierno vasco, que pondrá la misma cantidad, como también lo hará la fundación bancaria BBK. Por su parte, Vital, otra de las propietarias de Kutxabank aportará 20 millones.
La operación, en la que el Gobierno vasco conformado por el PNV y el PSE han puesto toda la carne en el asador, supone el regreso de la sede social de Talgo a Euskadi, en concreto, a la localidad alavesa de Rivabellosa. Es precisamente allí donde Talgo tiene la mayor de sus dos fábricas y en la que emplea a 700 personas. La otra planta está en Madrid, en Las Matas, donde hay 400 trabajadores. Además, el País Vasco contará con la instalación de un centro de I+D. Son algunas de las condiciones que tanto el Gobierno vasco como la fundación Vital pusieron para participar en la operación.
Talgo tiene un número importante de empresas proveedoras en Euskadi que, según anota el propio fabricante, emplean a 5.000 personas, la mayoría están en Álava –3.000 empleados–. En total, y según consta en la memoria social de Talgo, la compañía compra 247 millones de euros a 1.075 proveedores locales en España.
El viaje de esta operación comenzó públicamente el 15 de octubre del pasado año cuando este periódico adelantó el interés de Sidenor por hacerse con Talgo. Desde entonces ha habido riesgo de descarrilamiento en más de una ocasión, especialmente por la diferencia en el precio. El industrial vasco trasladó en noviembre su intención de comprar las acciones de Trilantic por 4 euros el título y el fondo, reacio, retrasó el acceso a las cuentas de Talgo mientras reclamaba 5 euros.
Presión del Gobierno central
En ese tira y afloja se presentaron dos actores extranjeros: la empresa pública polaca Pesa y el fabricante indio Jupiter Wagons. Ambas compañías manifestaron su intención de superar la oferta de Sidenor comprando el 100% de Talgo mediante una opa. Trilantic organizó un proceso arbitrado por la consultora PwC y, después de dar acceso a las cifras y organizar visitas a las fábricas, fijó el 31 de enero como plazo para la presentación de ofertas. Luego, se prolongó hasta este viernes.
Ante la posibilidad de que cualquiera de las opciones extranjeras pudiera presentar una opa que desbancara a Sidenor, el Gobierno de España intensificó su mensaje en público de que la apuesta era la alternativa vasca porque aseguraba el control nacional de la empresa y su carácter industrial. Y en privado marcó el terreno, especialmente al Gobierno de Polonia. Lanzó un mensaje claro para que dejara hacer aSidenor y sus socios vascos. La posibilidad de vetar cualquier intento extranjero con el 'escudo antiopas' fue recordada en numerosas ocasiones.
Ahora, el reto de Jainaga es armar un proyecto industrial para desatascar el ahogo de Talgo por la cartera de pedidos de 4.000 millones. Ese movimiento podría pasar por acuerdos comerciales precisamente con Pesa o Jupiter.
Queda por resolver también la situación de otro de los socios del núcleo duro de Talgo que compartían conTrilantic y la familia Oriol el 40% de las acciones en Pegaso. Es Torreal, que este viernes ha salido de esta sociedad y tomó las acciones directamente del mercado, un 7%. Además, el vicepresidente José María de Oriol ha dimitido este viernes del cargo y del consejo de administración por «razones personales».
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