Óscar Puente anuncia dos nuevas reclamaciones a Talgo por los trenes Avril
El ministro reconoce que las estaciones de Chamartín, Atocha y la de Barcelona están al límite y que el 20% de los vehículos de Renfe no están aptos para el servicio
En un verano de gran estrés en las infraestructuras viarias, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha comparecido por segunda vez en 15 días ante ... una de las dos cámaras. Tras hacerlo en el Senado, este jueves ha acudido al Congreso de los Diputados donde ha reconocido que Renfe tiene el 20% de sus trenes no aptos para el servicio. Un hecho que, junto a las incidencias por la falta de inversiones acumulada en las infraestructuras ha provocado las incidencias este verano. Por eso ha reivindicado el esfuerzo de su Gobierno en renovar el sistema ferroviario nacional y en incorporar 430 nuevos trenes hasta 2026.
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Para el Ministerio, Talgo ha tenido un especial protagonismo en las incidencias. Renfe llegó a responsabilizarle de más medio de millar de problemas desde la puesta en servicio en mayo de su último modelo de alta velocidad: el tren Avril, la serie 106. Tras anunciar que se iban reclamar indemnizaciones al fabricante, Puente ha anunciado que se están preparando dos nuevas reclamaciones. Mientras tanto, en las últimas semanas se han recuperado 10 de esos trenes de Talgo que estaban fuera de servicio. Talgo había reconocido esos fallos y los había calificado como «fallos de juventud», terminología del sector para referirse a las incidencias derivadas del ajuste inicial de la puesta en funcionamiento. Así las cosas, de los 22 convoyes entregados ya por el fabricante, están ahora en funcionamiento 21.
Renfe reforzó los turnos de atención en el mantenimiento que comparte con Talgo abriendo el servicio durante la noche. Además, exigió al fabricante que estas tareas se afrontarán con personal propio y no con subcontratas, reforzó la plantilla con profesionales de Renfe e incorporó a un responsable de Talgo en el centro de control. Así lo ha explicado el ministro, que también ha reconocido que se ha llegado a este punto gracias a que «Talgo ha reaccionado como se espera de una empresa de su importancia».
El mensaje llega tras graves reproches al fabricante de origen vasco por un tren del que el fabricante ha vendido 30 unidades a Renfe. Las entregas se retrasaron dos años hasta el pasado mayo, lo que elevó la tensión entre el operador público y Talgo. Una situación por la que se tiene abierto un expediente sancionador con 166 millones de multa. Una cantidad a la que se podrían añadir las derivadas de las dos reclamaciones anunciadas hoy y que se refieren principalmente al incidente del 5 de agosto. Aquel día, una de estas unidades quedó averiada en el acceso a la estación de Chamartín en Madrid, en un tramo de vía única, suspendiendo el servicio de 43 trenes de alta velocidad y colapsando la estación. Una situación que Puente ha señalado generó 390.000 euros en indemnizaciones.
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Estaciones «al límite»
En cualquier caso, Puente ha reconocido que la convivencia de viajes y obras está generando también una «enorme presión para prestar el servicio». Una consecuencai de la apuesta de no suspender trenes por las actuaciones ante la demanda creciente de pasajeros. «Estamos en cifras enormes, de crecimiento de dos dígitos», ha señalado.
Óscar Puente, ha afirmado que la estación de Madrid Chamartín-Clara Campoamor está «muy tensionada» y las de Madrid Atocha-Almudena Grandes y Barcelona Sants, «al límite».
Como telón de fondo pesa silencioso el veto que el martes el Congreso de Ministros aprobó sobre la opa de Magyar Vagon para comprar Talgo. Una operación de 617 millones que el Gobierno bloqueó por cuestiones de «seguridad nacional» ante las posibles conexiones del conglomerado húngaro con capital ruso. Era la vía defendida por los accionistas principales de Talgo y su dirección para ampliar su capacidad de fabricación, ahogada por la cartera de pedidos que supera los 4.000 millones.
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