Mikel Lakuntza se estrena en ELA con la defensa de la huelga «sin complejos»
El nuevo líder critica al «cada vez más autoritario» Gobierno vasco y contraponela soberanía al «invento» del PNVde la bilateralidad
Cambio de líderes de ELA, pero no de mensajes ni de estrategia. Adolfo 'Txiki' Muñoz, secretario general del primer sindicato vasco en la última ... década y que deja la dirección al cumplir 60 años, entregó este viernes la makila al navarro Mitxel Lakuntza, que se estrenó con un discurso de «continuidad» y «firmeza» porque «no se rompe el hilo». Así, defendió la huelga «sin complejos» como instrumento «imprescindible para combatir la precariedad» y hacer frente «a la ofensiva del capitalismo» y al «auge de la extrema derecha»; censuró al «cada vez más autoritario» Gobierno vasco, que «siempre actúa a favor de la patronal y cada vez que puede trabaja a favor de España»; y apostó por la soberanía frente al «invento» de la bilateralidad del PNV. Lakuntza (Pamplona, 1976), que realizó su primer discurso en su mayor parte en euskera y cuya elección fue recibida con el lema «Jo ta ke, irabazi arte» ('Dale que te pego, hasta ganar'), recibió el apoyo del 95,02% de los delegados de ELA reunidos en el Kursaal donostiarra en nombre de los 98.9600 afiliados del sindicato, que copa el 41,41% de la representación, su techo histórico.
Lakuntza, hasta ahora responsable del sindicato en Navarra y que como Muñoz portaba un lazo amarillo por los dirigentes soberanistas catalanes presos, reconoció durante su discurso que le «gustaría compartir estrategia con LAB para ser más fuertes», aunque «es evidente que hoy eso no es posible». La falta de sintionía con la otra central abertzale es una de las 'espinas' con que se retira 'Txiki' Muñoz, que como es tradicional en ELA ha decidido apartarse totalmente de la dirección para no hacer sombra a su sucesor. «Hay que compartir objetivos sobre bases concretas: la importancia de la huelga y de la autonomía sindical», enfatizó Lakuntza en relación a LAB. «Si se quiere medir la salud de las alianzas habrá que fijarse en las huelgas, la mejor señal sería que hacemos huelgas conjuntamente».
El nuevo secretario general abundó en la idea de las movilizaciones, una de las cuestiones que ha enfrentado en el pasado reciente a ELA con LAB, y animó a prepararse para hacer «huelgas largas» contra la «precariedad». «Los 1.100 euros que paga la caja de resistencia de ELA es una de las mejores inversiones que puede hacer un sindicato», recalcó en torno a la fórmula que permite a su sindicato mantener largos pulsos.
En el ámbito político, Lakuntza cree necesario abrir un «proceso soberanista» vasco sobre tres ideas fundamentales. La primera es que «la bilateralidad» con el Estado es «un invento del PNV» donde «la ambición soberanista se acaba limitando a 30 kilómetros de autopista -por la AP-68 y discursiones competenciales de ese nivel», una ficción que a su juicio «sólo sirve para imponer políticas de ajuste». De sus críticas tampoco se salvó el Gobierno cuatripartito navarro. No duda del cambio que supuesto, dijo, pero sí «su profundidad».
En su segunda premisa, Mitxel Lakuntza cargó contra el Estado, al que acusó de «anteponer la unidad a la democracia», un consenso que une «desde el PSOE hasta Vox», y de tener unos «estamentos ideológicamente contaminados» y un «sistema judicial que no imparte justicia, sino que se utiliza como vanguardia de la represión».
Y por fin, y entre los asuntos «pendientes de resolver», citó el fin de la dispersión de los presos de ETA y la «cuestión de las víctimas» ya que, a su juicio, «todas y cada una de las vulneraciones de los derechos humanos» deben ser reconocidas. «No aceptaremos que por esa batalla en torno al relato se margine a una parte de esta sociedad. Todas las personas y víctimas tienen la misma dignidad», defendió. Por último, apuntó que el impulso del proceso soberanista vasco exige también «forjar un suelo desde el soberanismo de izquierdas, trabajando las soberanías en plural y buscando consensos».
Lakuntza, en la misma línea que su antecesor 'Txiki' Muñoz, no ahorró críticas al Gobierno de Iñigo Urkullu al que, en su opinión, «sobra soberbia y falta altura democrática». Rechazó también el «fraude de mesa de diálogo social», un foro «vacío» en el que solo participan el Ejecutivo de Vitoria, la patronal sindical y los sindicatos CC OO y UGT que «no es más que propaganda».
Lakuntza, que defendió un sindicato fuerte, feminista, euskaldún, eficaz contra la precariedad, con «vocación de actuar como contrapoder, con la organización y la militancia como norte y promoviendo huelgas», liderará una ejecutiva continuista durante los próximos cuatro años. Repite como secretaria general adjunta Amaia Muñoa y sólo hay una nueva incorporación con respecto a la dirección saliente, la de Maialen Aranburu.
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