Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El Informe Draghi, ausente de tapujos y cargado de sentido común, concretó en medidas un debate presente en la sociedad sobre cómo compatibilizar descarbonización y ... competitividad en la economía europea.
Por un lado, estamos de acuerdo en que hay que reducir la dependencia y el impacto de la energía fósil. Pero, como es habitual, llegado el momento de hacer sacrificios las cosas cambian. Como decía Ortega y Gasset, «el esfuerzo es solo esfuerzo cuando comienza a doler».
Este proceso pendular es normal y no nos debe extrañar, los cambios profundos suelen tener procesos de ajuste. El problema viene cuando el péndulo se extrema y produce un 'backlash' como el que podríamos estar viviendo.
Hay un creciente consenso en que se ha desarrollado una regulación excesiva y voluntarista, que puede llevar a una destrucción de empleo y capacidad industrial al no dar suficiente tiempo a las empresas para acometer una transición que genere ventajas competitivas frente a su competencia global. El problema se agrava cuando entra en la polarizada coctelera política en la que vivimos, donde prima la movilización de las bases con mensajes simples frente a la búsqueda de soluciones asumibles por gran parte de la sociedad.
De un entorno tan binario y maniqueo pueden salir decisiones extremas como las de seguir a toda costa o las de deshacer todo lo construido. Creo que ambas son igualmente perniciosas para un mundo empresarial que lo que necesita son transiciones equilibradas, visibilidad futura y seguridad jurídica. ¿Es mucho pedir que impere el sentido común?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran muerta en un río a la actriz Sophie Nyweide
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.