Messi, ¿rey o villano?

Si consideramos a Messi, simplemente, como un trabajador por cuenta ajena, sus ingresos son una grosería escandalosa. Quienes le defienden aseguran que se lo merece, ya que sin duda es uno de los cuatro grandes en su actividad junto con Di Stéfano, Pelé y el recientemente fallecido Maradona. Y acusan a los críticos de personas mediocres corroídas por la envidia. Sigue siendo una grosería. Dejémoslo ahí.

Hay otra forma de verlo: si en vez de un trabajador por cuenta ajena le consideramos un activo; es decir, una mera inversión. De eso habló Marx. Entonces, la cosa cambia pues habría que juzgar la cantidad que cobra a la luz de los ingresos que genera. Messi no es un caso aislado. Hay ejemplos similares en todos los deportes que han abandonado su amateurismo primigenio para desbarrancarse por el profesionalismo más feroz, como parte importante del show business. ¿Cuánto gana Lewis Hamilton, cuánto LeBron James o, en la fila de al lado, cuánto ingresan y sin esfuerzo los herederos de Michael Jackson?

Visto así, ¿es Messi una buena inversión? No sé, pero el presidente de la Liga asegura que ha proporcionado al Barcelona más ingresos, en una tendencia favorable que se ha visto truncada por la aparición del virus. Ya, pero aun así sigue pareciendo todo un despropósito. Correcto, seguimos. ¿De quién es la responsabilidad de que sucedan hoy en día estas cosas? Lo siento, es suya. Y, para que no esté solo, también mía. Lo es de todos aquellos que vimos el domingo el partido del Barcelona contra el Athletic; de todos los que hemos ayudado a nuestros hijos o nietos a completar el álbum de cromos de la Liga y de todos los que hemos comprado alguna camiseta o un balón firmados. Todos colaboramos a que los derechos de imagen de ciertos deportistas sean una máquina imparable de generar dinero.

¿Le sigue sin gustar? ¿Preferiría una sociedad en la que los niños tuvieran como referente a los científicos que investigan la vacuna del Covid en vez de a los delanteros de fútbol? Perfecto, pues póngales los canales temáticos de cultura en lugar de tanta retransmisión deportiva. Mientras tanto, Messi es el rey y usted yo los pardillos que garantizamos sus ingresos.