Las diputaciones darán ventajas fiscales a los dueños de locales que bajen las rentas
La reducción será considerada gasto deducible y se extenderá a todos los inmuebles con actividad económica
Las tres diputaciones vascas han decidido aplicar un incentivo destinado a los dueños de locales comerciales, con el objetivo de facilitar rebajas en los precios de los alquileres que ayuden a superar la difícil situación de muchos inquilinos. La medida está especialmente dirigida al sector de la hostelería aunque se aplicará al conjunto de locales comerciales, debido a que son establecimientos que tienen una actividad muy limitada, para facilitar que haya acuerdos entre propietarios y arrendatarios. Fuentes de las haciendas forales matizaron que la iniciativa será extensiva a «todos los locales en los que se realicen actividades económicas», lo que permite incluir también a los que albergan oficinas o almacenes.
La fórmula, que será aprobada en las próximas semanas por los consejos de gobierno de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, entrará en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año y su aplicación práctica se producirá cuando los propietarios de locales hagan sus declaraciones de IRPF o del Impuesto de Sociedades en la primavera de 2022.
Pese a ello, tendrán cabida dentro de este esquema de incentivo fiscal las reducciones de rentas que hayan sido pactadas entre inquilinos y propietarios desde marzo de 2020, cuando se declaró el estado de alarma y comenzaron las restricciones a la movilidad. Por el momento los departamento de Hacienda manejan un borrador, que será transformado en proyecto de norma foral para ser votado en las respectivas juntas generales.
Gasto deducible
En concreto, la cantidad que se haya rebajado del alquiler podrá ser considerada como un «gasto deducible». Así, un local alquilado por 2.000 euros mensuales y que tenía 300 de gastos -impuestos municipales, financiación, seguros, amortización y otros-, generaba un ingreso neto de 1.700 euros al mes. Si se ha pactado una rebaja de 500, Hacienda admitirá que se considere que el ingreso es de 1.500 euros, pero los gastos ascenderían hasta 800, lo que dejaría el rendimiento neto mensual en 700 euros.
El impacto real para cada contribuyente será distinto, ya que ese resultado neto hay que pasarlo por el tipo de gravamen -algo individual en función de los niveles de renta- para calcular el pago al fisco. En el ejemplo de referencia, y para un contribuyente de renta media-baja con un tipo efectivo del 25%, supondría que los 6.000 euros anuales de rebaja anual de la renta se repartirían a partes iguales: el contribuyente perdería 3.000 euros de ingresos reales y Hacienda una cantidad equivalente.
Lo mismo sucederá en el Impuesto de Sociedades. Además, las tres diputaciones también han previsto deducciones de hasta el 15% de los descuentos en la cuota íntegra de los contribuyentes, para aquellos casos en los que esa rebaja de alquileres pueda generar que los gastos sean superiores a los ingresos.
Para poder aplicar estas ventajas fiscales a los propietarios de los locales, las haciendas exigirán que esa rebaja de alquileres se mantenga durante al menos tres meses a lo largo del año 2021 y también que no haya compensaciones en el futuro. Esto es, que las rentas 'perdonadas' ahora no se cobren más tarde cuando se normalice la situación del comercio y la hostelería.
Por otra parte, las tres haciendas van a prorrogar al menos hasta el final del primer semestre la congelación en los ingresos de los pagos a cuenta de los autónomos. Una medida que ya se aplicó en abril del pasado año y que permite a los autónomos no tener que ingresar un porcentaje sobre sus rendimientos, como anticipo de impuestos. Estos pagos a cuenta son el equivalente a las retenciones en las nóminas que se practican cada mes en el caso de los asalariados.