Euskadi genera casi 5.000 empleos pese a la guerra, con otro récord de contratos indefinidos
El buen dato de afiliación contrasta con un repunte del paro de 1.270, focalizado en la industria
Los efectos de la guerra de Ucrania y la huelga en el transporte han dejado un comportamiento aparentemente contradictorio en el mercado laboral vasco. Por ... un lado, la afiliación a la Seguridad Social resistió bien en marzo, con la generación de 4.734 empleos, con lo que el total de cotizantes superó los 980.800, muy cerca ya de los máximos históricos de 983.000 alcanzados en julio de 2008. Pero por otro hubo un repunte del paro, en 1.270 personas, hasta situar el total en 117.085. Pese a estos claroscuros, hubo un hecho positivo e indiscutible: la contratación indefinida volvió a marcar un nuevo récord histórico por la reforma laboral aprobada en diciembre, que a partir de ahora desplegará sus efectos con plenitud, al acabar el periodo de transición. Los contratos fijos alcanzaron un peso del 21,5% sobre el total, aunque en el conjunto de España aún llegaron más lejos, al 31%.
La contradicción entre afiliación y paro tiene una explicación. El número de cotizantes que da la Seguridad Social es una media del mes, mientras que la cifra de parados de Lanbide corresponde al último día de marzo, con lo que es habitual que haya discrepancias. En este sentido, el viceconsejero de Empleo, Alfonso Gurpegui, apuntó que la situación empeoró considerablemente en la segunda mitad de mes, cuando el paro en el transporte se sumó a la carestía de las materias primas y la escalada de los costes energéticos. «Ha habido casi dos meses dentro de uno», aseguró y destacó también que el incremento del paro fue mayor en el sector industrial, donde repuntó el 2,2%.
Reforma laboral
Pese a estos problemas, la afiliación creció más incluso que en marzo de 2019, antes de la pandemia, empujada por la hostelería. En el último año el número de cotizantes ha aumentado en 25.747 personas, lo que supone un incremento del 2,7%, el porcentaje más bajo del conjunto de España, donde llega al 4,8%. En cuanto al paro, ha descendido en 12.936 personas en doce meses, casi un 10%.
Una vez más resulta muy llamativa la evolución de la contratación indefinida, que encadenó un nuevo récord histórico tras la entrada en vigor de la reforma laboral en diciembre del año pasado. Si a lo largo del pasado ejercicio el porcentaje de contratos fijos sobre el total se movía en torno al 9%, en enero pasó al 12%, en febrero llegó al 16% y este marzo se disparó hasta el 21,5%. En el conjunto de España llegó mucho más lejos, al 31%.
En total se firmaron 71.669 contratos, muy cerca ya de niveles prepandemia, y de ellos 15.401 tuvieron carácter indefinido. Nunca antes se había visto una proporción tan alta y eso que es a partir de ahora cuando entra en vigor la reforma en toda su plenitud, una vez agotado el periodo de adaptación. Eso significa, por ejemplo, que ya no se pueden realizar contratos de obra y servicio. Los que se hayan firmado hasta marzo tienen una duración máxima de seis meses, con lo que acabarán en septiembre.
Los afectados por ERTE a último día de mes se situaron en 4.000, según datos de la Seguridad Social, casi un millar menos que en febrero. No obstante, la viceconsejera de Trabajo, Elena Pérez Barredo, explicó que la cifra de trabajadores para los que hay solicitado un expediente de regulación temporal y a los que se podría aplicar en algún momento es mucho mayor y llega a 25.200 empleados. Esto es debido a que la industria ha tenido que recurrir de nuevo a esta herramienta ante las dificultades surgidas por la guerra.
A partir de ahora se aplica el nuevo esquema de ERTE recogido en la reforma laboral. El Gobierno ha establecido, además, una nueva prohibición de despedir, muy criticada por la patronal. Así, señala que «las empresas que se acojan a ERTE por causas relacionadas con la invasión de Ucrania y que se beneficien de apoyo público no podrán utilizar estos motivos para despedir».
Al valorar los datos, Confebask resaltó que la fuerte afiliación permite mantener la previsión para el año». ELA y LAB pusieron el foco en que la reforma laboral está forzando a pasar de los contratos eventuales a los fijos discontinuos, «que apenas ofrecen mejoras y solo sirven para maquillar las estadísticas». También coincidieron en reclamar subidas salariales «en función del IPC». Por su lado, CC OO y UGT Euskadi reclamaron el éxito que está suponiendo la reforma laboral incluso antes de aplicarse al 100%, pero defendieron asimismo un pacto de rentas para evitar la pérdida de poder adquisitivo.
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