«Europa tiene que parar la explosión regulatoria sobre sostenibilidad»

Mientras aún resuenan los ecos del recuento electoral en Bruselas, la Unión Europea afronta el reto de ubicarse en un mundo que ya no se decide entre dos bloques. Ahora, la batalla se libra en medio de una compleja red de intereses tejida por tres agentes: Estados Unidos, China y Europa; y, además, con el creciente protagonismo de países emergentes como India o Brasil y la incertidumbre ante el comportamiento de Rusia.

Así diagnosticó ayer la situación la economista Belén Romana en el Foro Actualidad organizado por EL CORREO con el patrocinio de Petronor. Romana, que forma parte del consejo del Banco Santander y del de Bolsas y Mercados Españoles (BME), reivindicó la importancia de ganar «tamaño y escala» para poder competir y tener capacidad de financiar las inversiones necesarias para la transición en un mercado global de capitales.

Esa búsqueda del crecimiento pasa por seguir apostando por la «construcción europea», pero «atendiendo a una guía, a un plan» que es, precisamente lo que llevan tiempo haciendo países como China y Estados Unidos. En este diagnóstico, la que fuera responsable del Tesoro en el Ministerio de Economía y consejera del Banco de España reclamó atender a tres principios clave: «la tecnología a desarrollar, la visión a largo plazo y el papel de las empresas». Para Romana son precisamente las empresas las que «deben liderar un cambio que no lo puede hacer la Comisión Europea, solo lo pueden hacer las compañías».

En el coloquio, moderado por el corresponsal económico de EL CORREO, Manu Alvarez, señaló que la UE ha caído en lo que se conoce como 'efecto Bruselas'. Un término que se suele emplear para hace referencia a la burocracia y a la política sancionadora desarrollada por las instituciones comunitarias. La economista destacó que en los últimos años se ha generado una «inestabilidad regulatoria» en la que las empresas, en muchas ocasiones, «solo han tenido palo, y hace falta también la zanahoria». En cambio, «Estados Unidos sí ha hecho una apuesta clara por la zanahoria», dijo, en referencia a las medidas de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que han movilizado más de 360.000 millones de dólares en ayudas. Y, en cuanto a China, recordó, «no ha dejado el liderazgo al Partido Comunista, sino a las empresas por las que ha apostado el Gobierno con el desarrollo de tecnologías como el coche eléctrico, las baterías o las placas solares». De ahí que llegara a afirmar que «en Europa toda la explosión regulatoria sobre sostenibilidad tiene que pararse y ver cómo se aplica».

Este elemento es uno de la acumulación de claves que explicarían la pérdida de relevancia internacional de Europa que, «en los últimos 20 años se sumergía mientras China emergía». Una situación que ha provocado que «solo el 14% de las 500 principales compañías del mundo» esté en el Viejo Continente.

En lo que se refiere al mercado de capitales, clave para financiar las inversiones, Romana detalló que «es determinante ganar escala porque el mercado de valores europeo solo representa el 11% de todo el mundo y el de bonos está en el 17% frente al 40% de Estados Unidos».

Se trata de una situación en la que crece «la dependencia de China y EE UU en tecnologías clave y en un momento de aumento del riesgo geopolítico y de incertidumbre en las políticas comerciales».

A pesar de todo, la consejera del Santander quiso trasladar un mensaje esperanzador para el nuevo quinquenio que se inaugura con la nueva legislatura de la Eurocámara. Explicó que «la Unión Europea solo se crece cuando hay conflicto». Es ante los retos como la crisis financiera, o la más reciente del covid, cuando se acrecienta la importancia y el papel de Europa, insistió. Y, además, empleó el caso de Inglaterra con el Brexit para recordar que «hace mucho frío ahí fuera».

Romana defendió las palancas en las que se puede apoyar la UE para cambiar el paso en la línea marcada por el Informe de Enrico Letta. El exprimer ministro italiano y presidente del Instituto Jacques Delors presentó a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete un documento bajo el título 'Mucho más que un mercado' que le solicitó el Consejo Europeo a modo de guía. La economista española insistió en que, si bien el PIB europeo no es el que más ha crecido en estos años, su reparto por ciudadano sigue siendo líder. «Somos una economía rica y con una estructura de empresas medianas en las que crece la productividad con la inversión».

Además, la fortaleza del euro, «que sigue siendo una moneda refugio», es otra de las ventajas para la economía europea que, ofrece un gran mercado de 400 millones de habitantes. Eso sí, insistió en la necesidad de avanzar en la digitalización de la moneda porque el 90% de los países ya lo están haciendo.

El director general de EL CORREO, Iñigo Barrenechea, explicó la importancia del cuarto Foro Actualidad celebrado por el periódico en este 2024 y centrado en el mercado de capitales internacional. «Aunque pueda ser un tema complejo -señaló-, es determinante y llega además justo después de unas elecciones europeas celebradas en un momento clave». Barrenechea apuntó que la «debilidad de las pymes para financiar la inversión debe ser un problema prioritario a resolver» porque, mientras tanto, «las economías emergentes ganan mercado».

Para el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, el momento que atraviesa Europa es decisivo porque «debemos responder a la cuestión de 'dónde estamos y dónde queremos estar'» Una disyuntiva que «nos lleva a hablar de escalas en la industria» y, por lo tanto, «hay que hablar también de ese crecimiento en el capital». Así, López Atxurra defendió que la financiación y los modelos de mercado de capitales en Europa deben ser una prioridad en la agenda que permitan generar el sistema para la transición económica e industrial que afrontan los Veintisiete.

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