La entrega de otro pedido de 26 locomotoras de Talgo a Renfe está pendiente desde enero
Se suma a los problemas de los Avril y eleva la urgencia de la solución para la empresa, mientras Puente pide al operador una renovación de la flota
La urgencia de una solución en el accionariado de Talgo que permita desatascar la situación industrial de la compañía se agrava con el paso del ... tiempo. El ahogo de la producción en las plantas del fabricante se evidenció con los retrasos de los trenes Avril, que provocó una sanción de 116 millones de euros a finales del año pasado. Y ahora, según ha confirmado EL CORREO se añaden retrasos en el calendario de la entrega de 26 cabezas tractoras de alta velocidad que el operador debía haber recibido a partir del pasado enero.
Es un contrato suscrito en 2021 de «26 cabezas motrices para trenes de alta velocidad de rodadura desplazable». Unos equipos para impulsar 13 composiciones ya en uso, que Talgo debe transformar para crear lo que será la nueva serie 107, con una capacidad de circular a 330 km/h, según explican a este periódico fuentes de Renfe.
El proceso de entrega de los trenes no termina en su fabricación, sino que debe procederse a la homologación de las unidades. Una tarea que requiere de una serie de pruebas en vía en las ventanas y tramos que concede el gestor público de la vía, Adif. Este es un punto en el que, precisamente, Talgo chocó con el operador estatal por los retrasos en la entrega de los trenes de la serie 106, los Avril. El fabricante alegó a las sanciones de Renfe que las ventanas en vía para realizar las pruebas pertinentes fueron inferiores a las recogidas en el contrato. En cualquier caso, se trata de otro pedido que excede los plazos y que evidencia la necesidad de que aterrice en Talgo el consorcio vasco del industrial José Antonio Jainaga, Gobierno vasco y las fundaciones BBK y Vital. La falta de la solución accionarial mantiene a la empresa en un estado de espera. En estas semanas Talgo revisa ya con los bancos el plan de refinanciación de sus 409 millones de deuda. Lo hace después del apoyo de la Sepi con 75 millones -entre compra de acciones y un préstamo participativo- y otros tantos aportados desde el consorcio vasco a través del fondo Ekarpen.
Mientras tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, instó ayer en el Congreso de los Diputados a un plan de renovación de la flota de trenes de Renfe después de «15 años sin incorporar ningún tren a las líneas de alta velocidad», con la excepción de los de la serie 106, los Avril. Precisamente estos han registrado unos problemas con la aparición de fisuras que han llevado a Renfe a retirarlos del trayecto Madrid-Barcelona cubierto por su marca 'low cost', Avlo.
«Problemas de juventud»
El ministro ha estado esta semana visitando la fábrica alemana de Siemens para negociar la compra de unas unidades que tiene en 'stock' la compañía germana. Una solución que, por su carácter coyuntural, el lehendakari Imanol Pradales no ha entendido como un agravio para Talgo, según explicó ayer en una entrevista en 'RNE'.
Para Puente, los «problemas de juventud» del Avril, junto a una vieja flota flota ferroviaria por la falta de inversiones acumulada, han sido parte de la causa de los incidentes en el servicio de Renfe. Aun así, reivindicó que en el 84% de los trayectos, los trenes han sido puntuales o han acumulado retrasos inferiores a los 15 minutos.
Por ello, aseguró que «estamos trabajando en un plan de adquisición de material rodante», y confirmó contactos con otros fabricantes para ver «qué ofrecen» y así poder establecer «un plan de adquisición» que permita «una flota que no quede obsoleta». Un proceso en el que vaticinó dos años más con incidencias mientras conviven de los nuevos y viejos convoyes en la renovación.
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