Los trabajadores de Talgo piden cobrar las variables del sueldo a pesar de las pérdidas por la multa de Renfe

La movilización de los operarios, respaldada por Comisiones Obreras (CC OO), UGT y CSIF, ha congregado a buena parte de las 700 personas que trabajan en la factoría alavesa, la que aspira a convertirse en sede de la cotizada tras la salida de Trilantic y la entrada del consorcio vasco liderado por José Antonio Jainaga.

Todo el problema con esa parte del salario de la plantilla reside en la sanción de 116 millones de euros de Renfe por los retrasos en la entrega de los trenes Avril. Un golpe que hará que Talgo cierre el ejercicio 2024 con numerosas pérdidas -presentarán los resultados el próximo martes- que complican el pago de esos emolumentos, que dependen de los beneficios, a los empleados. En algunos casos, esas cantidades pueden alcanzar hasta el 12% de lo que cobran y que, en global, supone unos 10 millones de euros para la empresa, según fuentes sindicales.

Tomé ha hablado de una participación «masiva» en la concentración de una plantilla que es sabedora de que «el resultado va a ser negativo, pero no ha sido culpa de los trabajadores», ha apostillado. «La plantilla ha sudado la camiseta», añade Kepa Alkaine desde CC OO. «En pandemia sólo cerramos durante Semana Santa. Hemos trabajado a destajo y nos lo merecemos», abunda.

Alkaine no responsabiliza sólo a Talgo de estos resultados; también apela a Renfe. «Hemos tenido problemas con ellos para homologar los trenes Avril, para hacer pruebas... Pedimos que se replanteen esa sanción», reclama. Ante la pregunta sobre la oportunidad de esta protesta cuando todavía ni han aterrizado los nuevos socios, las centrales sindicales piden «separar» las reclamaciones de este cambio en el accionariado. «Esto es otra guerra. Lo que estamos pidiendo es que se reconozca nuestro esfuerzo», explica Tomé. «¿El momento de la concentración? El momento es cuando se van a pagar los objetivos», replica Alkaine.

Los sindicatos mantendrán un encuentro con la dirección en Madrid, presumiblemente el miércoles, para analizar el cierre de cuentas de Talgo en 2024. Será después de esa cita cuando las centrales discutan qué hoja de ruta seguir de cara a convocar más movilizaciones. En esa reunión, la parte social pretende pedir más información sobre la entrada del consorcio de Sidenor, el Gobierno vasco y las fundaciones bancarias BBK y Vital.