El turno de mañana ha arrancado con los talleres parados
La primera jornada de huelga en la planta de Vitoria ha comenzado de madrugada sin incidentes y con un seguimiento del 95% en la línea de producción, según los sindicatos. ELA, LAB y ESK destacan la «numerosa afluencia a los piquetes»
Sin incidentes y con una respuesta «masiva» al llamamiento de paro. Así ha arrancado este miércoles la jornada de huelga en la planta de Mercedes ... Benz de Vitoria, la principal industria de Euskadi con 5.000 trabajadores. La gran mayoría de ellos están convocados a secundar esta movilización para denunciar el bloqueo en la negociación del convenio. Y según las primeras impresiones de los sindicatos convocantes de los piquetes, la jornada puede ser histórica, como así ha ocurrido. «En el parking de la puerta principal habrá entre 250 y 300 personas. Nunca había visto esto», ha destacado a EL CORREO el presidente del Comité, Igor Guevara, de ELA. Su sindicato junto a LAB y ESK han convocado estos piquetes, presentes en el exterior de la factoría desde antes de que amaneciera, «y la gente está respondiendo. Han entrado cuatro a trabajar, al margen de los eventuales claro. Hoy no se harán furgonetas en la planta». Según los primeros datos facilitados por las centrales convocantes, la línea de producción ha quedado parada, ya que el seguimiento de la huelga en los talleres alcanzaría el 95%.
Representantes de esos tres sindicatos, acompañados por unos 400 operarios, han reaparecido al filo de las diez y media de la mañana. A esa hora se han concentrado en la puerta número 1 de la calle Las Arenas. En esa zona estaba desplegada una patrulla de la Policía Local de Vitoria, así como cuatro furgonetas de la Ertzaintza, que protegían la entrada y salida de vehículos de la planta automovilística. Entre los carteles y los eslóganes proferidos por los convocados se han podido escuchar mensajes en contra de la flexibilidad laboral. Las proclamas más repetidas han sido: «Flexibilidad, no queremos más», «Por un convenio justo, negociación», «No a la sexta noche», «Flexibilidad es precariedad» y «Titos -en referencia al director de la fábrica- escucha, estamos en lucha».
A las once de la mañana estaba convocada una manifestación de todos los sindicatos del comité en el único acto conjunto del día porque la división sindical se mantiene -se ha podido ver hasta tres bloques diferenciados-, así como las diferentes reivindicaciones. La mayoría del comité con UGT, CC OO, PIM y Ekintza a la cabeza -los cuatro sindicatos firmantes del último convenio- centran su movilización en pedir una subida salarial ligada al IPC e inciden en el contrato relevo y la contratación indefinida. En sus pancartas se podía leer 'Por un convenio justo' y 'Futuro para la plantilla. Por un plan industrial de futuro'. Mientras que ELA, LAB y ESK se centran en rechazar la flexibilidad que pide la empresa en el nuevo convenio. Un tercer colectivo de trabajadores, sin siglas en sus pancartas, ha pedido al comité «unión sindical» y la convocatoria de una asamblea general de la plantilla. «Somos operarios de la línea, algunos afiliados a uno u otro sindicato, pero hacemos un llamamiento para la unidad de acción. Comité dividido, empresa vencedora», ha señalado uno de sus portavoces.
La negociación en la planta de Vitoria ha quedado suspendida, por decisión de la dirección, sin fecha fija para retomar las negociaciones. Las movilizaciones convocadas por los sindicatos han motivado este movimiento de la compañía que esperará al resultado de la jornada de hoy, al menos, para mover ficha. Aunque también hay ya anunciada otra huelga de 24 horas para el miércoles de la semana que viene y paros de lunes a viernes próximos, en este caso convocados por ELA, LAB y ESK.
La dirección de Mercedes acusaba ayer a los sindicatos de boicotear la negociación del convenio creando «situaciones de tensión entre trabajadores que de ninguna manera pueden contribuir a la consecución de un esperado acuerdo para el nuevo convenio», según la compañía. La huelga «resulta especialmente incomprensible y dañina para los intereses de todos los que formamos parte de la planta de Vitoria» porque el suministro de semiconductores para la producción de hoy y de los posteriores días de huelga será derivado a otras fábricas». La empresa considera «incoherente» responder a un plan de inversiones de más de 1.200 millones de euros en la planta de Vitoria con un calendario de huelgas.
Mercedes mantiene hoy «todas las instalaciones en funcionamiento» y permitirá «de manera extraordinaria que los trabajadores que dispongan de saldos en sus cuentas puedan compensarlos con días de disfrute o vacaciones de mutuo acuerdo con sus responsables» en la fábrica. La dirección apela a la responsabilidad de toda la plantilla para que «no secunde los paros».
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