El Gobierno vasco estudia participar junto a Aernnova en la compra de ITP Aero

Azpiazu, que en una conferencia en el Forum Europa, señaló que «este tema depende del Departamento de Desarrollo Económico», que dirige la consejera Arantxa Tapia, para aclarar que él no tiene «muchos datos sobre el asunto». Así, matizó que cuando termine de analizarse la operación y en el caso de que fructifiquen las conversaciones, el conjunto del Gobierno tendrá que «evaluarlo». Una decisión de este tipo no corresponde a un único departamento, sino que exige un respaldo del conjunto del gabinete.

El consejero de Economía, de quien depende directamente el control del fondo Finkatuz, destinado a tomas de participaciones en empresas, fue más allá para apuntar que «a falta de conocer todos los detalles a mí me parece que esa operación sería razonable y buena».

El Gobierno vasco creó este fondo hace ya varios años, con el objetivo de tomar participaciones accionariales en grandes compañías. Por el momento sus dos únicas participaciones se han sustanciado en CAF, donde el Gobierno posee el 1,24% y en Kaiku, donde controla algo más del 7%. El objetivo de este fondo, que en la actualidad está dotado con 160 millones de euros -es el dinero disponible para invertir en este momento-, es influir en el arraigo de empresas que se consideren «estratégicas» para el País Vasco y en las que exista algún peligro de deslocalización. Un peligro que siempre existe cuando una compañía cambia de manos como previsiblemente va a pasar a corto plazo con ITP Aero.

Como desveló este miércoles EL CORREO, tanto el Gobierno central como el vasco han animado a Aernnova y a su presidente, Iñaki López Gandásegui, a liderar un grupo que tome el control de ITP. El objetivo es dar estabilidad accionarial a la compañía y propiciar si es posible una concentración de empresas en el sector aeronáutico, con el objetivo de crear una compañía de gran dimensión. Además, la Administración considera que es un elemento de inestabilidad para la propia compañía en España la opción de que la mayoría del capital de ITP acabe en manos de fondos de inversión, que más tarde o más temprano terminarán planteando una nueva operación de venta. La Administración española tiene mucho que decir en esta venta, ya que al ser ITP una empresa que tiene intereses en el negocio de Defensa -fabrica parte del motor del avión europeo de combate y también en el desarrollo del futuro modelo FCAS-, se requiere la autorización del Ejecutivo para que Rolls pueda transferir las acciones.

Por otra parte, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, manifestó este miércoles en una comparecencia en San Sebastián que el Gobierno vasco va a priorizar el arraigo de ITP en Euskadi a la hora de considerar quiénes son sus futuros propietarios. «No vamos a priorizar la nacionalidad de quien haga la adquisición, sino el arraigo que va a tener en la sociedad y en el país». La consejera reconoció que ITP es una «empresa puntera en Euskadi», con recursos y cifras de investigación y desarrollo muy relevantes, con una destacada tracción sobre los proveedores del entorno.

En ese contexto ha garantizado que el Gobierno vasco apoyará cualquier opción que garantice no sólo que la sede social y fiscal de la compañía seguirá en el País Vasco, sino que «mantenga un proyecto industrial de futuro y que considere que Euskadi es un lugar en el que invertir y producir es adecuado», ha concluido. La consejera Arantxa Tapia reconoció en una reciente entrevista con EL CORREO que el Gobierno tiene «dos operaciones en estudio», aunque no quiso desvelar los detalles. También aclaró que inversiones de este tipo sólo se producen «si las empresas quieren que estemos en su capital. De lo contrario no lo podemos hacer».