El Gobierno vasco asegura que hay «cuatro inversores» interesados en Guardian Llodio

El consejero de Industria ha asegurado, en una entrevista concedida a Radio Euskadi, que «hay motivos para la esperanza». Jauregi ha detallado que de esos potenciales compradores «tres son de Euskadi y uno de fuera». De esos interesados, ha concretado que uno de los proyectos está «muy interesado y muy avanzado».

El Gobierno vasco sigue haciendo las «labores de puente» entre vendedores y compradores a pesar de que Guardian se había abierto a entablar conversaciones de forma directa con estos inversores. «Estamos teniendo reuniones discretas», se ha limitado a señalar Jauregi, que ha insistido en la predisposición del Ejecutivo vasco a «acompañar» en una operación para dar continuidad a la actividad en la factoría.

Sobre el modo de apagado del horno, Jauregi ha señalado que la «mejor opción» habría sido una reparación de la infraestructura mientras permanecía encendida, pero Guardian dijo que «no era posible por los problemas que tenían en el muro de carga». Así las cosas, se optó por un enfriamiento paulatino, ya que «un apagado inmediato sería un desastre porque comprometería el futuro de la instalación». Esa solución intermedia fue motivo de confrontación entre los sindicatos y las instituciones.

Según el consejero de Industria, antes de Navidad hubo una conversación con los responsables europeos de Guardian. Estos trasladaron que «cuando la vida del horno se acabe, no tenemos intención de traer un horno nuevo». Ahí, como ya se había dicho previamente, también se habló del precio del gas, que en Europa es «del triple que en Estados Unidos», lo que hace poco rentable producir en el Viejo Continente. Fue después de las fiestas navideñas, de acuerdo a lo trasladado por Jauregi, cuando «vieron que había un muro que se estaba cayendo, que estaba mal».

La antigua Villosa tiene 171 trabajadores en nómina que, salvo sorpresa, empezarán el proceso para negociar los despidos en el mes de marzo.