Euskadi abraza la digitalización con el reto de capacitar al talento y acompañar a la empresa

«Una de las pocas certezas que tenemos en este mundo caracterizado por la incertidumbre es que la digitalización no es una alternativa para las empresas. Es una obligación». Así de contundente abrió ayer el director de EL CORREO, José Miguel Santamaría, la ceremonia de entrega de los Premios DigitalTek, que organiza este periódico y que en su tercera edición han recibido Zunibal, Legit Health, Hapiick, Arteche y Orbea. «A lo largo de la historia se han vivido pocas transformaciones tan relevantes», añadió Santamaría, comparando la digitalización con hitos de la Humanidad como el salto de la caza a la ganadería, la irrupción del motor de vapor o la invención del teléfono.

Y, como añadió a continuación Manuel Ángel Alonso, director de Telefónica para el norte de España, la revolución digital tendrá una repercusión económica similar. «Va a multiplicar por cuatro el impacto de la revolución industrial en el PIB», aseguró.

No obstante, la digitalización es tanto una oportunidad como un reto. Porque puede provocar brechas tanto entre territorios como entre estratos sociales. Por eso, los representantes de los patrocinadores de la jornada -BBVA, Telefónica, Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao- coincidieron en señalar la necesidad de identificar los aspectos susceptibles de mejora.

A ese respecto, Carlos Gorria, director Territorial Norte de BBVA, se mostró optimista: «Euskadi tiene mucho talento y la capacidad para innovar, de forma que se generen oportunidades de negocio y se contribuya al desarrollo de la sociedad».

El turismo es un buen ejemplo de ello. «Aunque el boca a boca todavía es de lo que más se fían los viajeros, Internet se ha convertido en su principal fuente de información y de reservas», apuntó Javier Hurtado, consejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco. «La digitalización es nuestra aliada, no una enemiga. Pero un 31% del comercio aún está poco digitalizado y tenemos que hacer un gran esfuerzo para mejorar», agregó, señalando también la responsabilidad de los consumidores. «No podemos quejarnos de que el comercio cierra y hacer clic en plataformas que no tributan aquí», disparó.

Precisamente, para analizar los retos a los que tienen que dar respuesta tanto la sociedad como el tejido empresarial, el periodista de la sección de Economía de este diario Lucas Irigoyen moderó una mesa redonda en la que se debatió sobre las claves de un nuevo mundo que resulta tan fascinante como aterrador. «La gran pregunta es cómo adaptarse a él sin que nadie quede atrás», indicó Oihane Agirregoitia, concejala de Atención y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao.

El director general de Emprendimiento y Competitividad Empresarial de la Diputación de Bizkaia, Joseba Mariezkurrena, resaltó una de las principales razones de la zozobra que provoca la digitalización: la gran velocidad a la que se suceden los cambios propiciados por «avances que nos parecen de ciencia ficción».

Adaptarse a ellos es especialmente complicado para las pequeñas y medianas empresas, por lo que Mariezkurrena precisó que a ellas se dirige la mayoría de los proyectos de la Administración foral. Elena Moreno, directora de Comercio del Gobierno vasco, concuerda. «Los comerciantes no son superhéroes, y el comercio es un sector muy atomizado. Hay que aterrizar bien la digitalización», afirmó, sentenciando que «no hay una receta para el éxito».

Sí que hay elementos clave sin los cuales es imposible subirse al tren digital. Las infraestructuras de comunicaciones son el principal, y Javier Benito, director de Telefónica en Territorio Norte, afirmó que las de Euskadi están a la vanguardia. «En 2024 cumplimos cien años y el objetivo de Telefónica es culminar la retirada de los cables de cobre para que la fibra óptica llegue a todas partes», anunció.

Pero de poco sirve tener la conexión más rápida si no se sabe qué hacer con ella. Por eso, los representantes de las instituciones vascas hicieron especial hincapié en la capacitación de la población. «El comercio se compone en Euskadi de 24.000 empresas, que son las que más empleo generan. Sin embargo, tienen problemas para digitalizarse porque es difícil transformar las competencias personales. Muchos necesitan un acompañamiento», comentó Moreno, quien apuesta por la omnicanalidad, porque «la tienda física no ha muerto».

Además, las empresas tienen que estar a la última en la comercialización de servicios digitales. «Hay que poner al cliente en el centro de la toma de decisiones y colaborar más con terceros, desde 'fintech' hasta 'startups', en lo que no hacemos bien», explicó Ángel Muñoz, responsable de Soluciones Digitales para Empresas de BBVA.

Y no solo las empresas tienen que ponerse las pilas: Agirregoitia subrayó que también las administraciones deben dar a sus empleados las competencias para atender a los ciudadanos y para que la digitalización sea «un motor de actividad económica, eficiencia y sostenibilidad».

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