Las empresas del Puerto de Bilbao dicen que la huelga de la estiba puede ser un «golpe fatal»
Instan a los sindicatos convocantes del paro a negociar y a aceptar la liberalización que impone la ley en el sector
Si no se llega a un acuerdo en la mesa de negociación, este sábado día 8 los estibadores del Puerto de Bilbao iniciarán una huelga ... en horas alternas que se extenderá hasta el 28. Se trata del último episodio de un largo conflicto que estalla en un momento especialmente delicado, con el tráfico cayendo en picado por el efecto del coronavirus y la industria vasca que utiliza la terminal sufriendo una auténtica debacle. Las empresas estibadoras que prestan el servicio a través de la sociedad común BilboEstiba advierten de que el paro puede ser «un golpe fatal que incluso podría llevarles a la disolución». Piden negociar una salida que asegure su viabilidad.
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El principal motivo para la huelga alegado por el comité -liderado por Coordinadora e integrado por UGT, ELA, LAB y KAIA- es que las empresas de BilbaoEstiba no han cumplido lo estipulado en el convenio sobre contratar más personal fijo. Dicen que esta escasez de mano de obra «les lleva a un exceso de jornadas y a no respetar los descansos legales, con el riesgo de accidentes que ello conlleva».
Las empresas que integran BilboEstiba -la china Cosco que compró la operadora de contenedores Noatum, Toro y Betolaza, Bergé y S.L.P- sostienen que, en gran medida, esa escasez de personal que alegan los sindicatos se debe a restricciones que ellos mismos imponen para controlar el mercado y que son el origen de un mal servicio, al quedar los barcos desatendidos en los muelles. Por ejemplo, esgrimen, no permiten a los trabajadores de ETT hacer turnos de noche, festivos o fines de semana, que conllevan un plus. «Se resisten a aceptar la liberalización que impone la ley para mantener un control absoluto de la contratación. Necesitamos flexibilidad», critican.
Ahí está el gran foco del conflicto. La liberalización del sector debería ser una realidad desde el 14 de mayo, cuando se cumplieron los tres años de plazo establecidos por el real decreto de 2017 para dar cumplimiento a la sentencia europea. Pero en el Puerto de Bilbao no han cambiado mucho las cosas. La contratación de los 320 estibadores 'fijos' se centraliza en una única plataforma, BilboEstiba. Las empresas tienen que recurrir a la sociedad cada día para cubrir sus necesidades de 'manos'. Aparte existe una ETT con un centenar de trabajadores, pero con un papel hasta ahora limitado.
Todo este funcionamiento es el que está en cuestión y se trata de revisar. Es una pelea que se debe abordar en cada puerto, por mucho que en 2017, tras la dura huelga de los estibadores, la patronal Anesco llegase a un pacto a nivel nacional para poner fin al paro a cambio de acotar los efectos de la liberalización. Ocurre, además, que el acuerdo laboral marco en el que se apoyaba ha sido duramente cuestionado por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.
El convenio del Puerto de Bilbao caducó en 2019, tras años de prórrogas y hay que adaptarlo a la nueva realidad. Pero no es una tarea fácil y son muchos los motivos de conflicto.
Las empresas estibadoras exigen apertura y hace un par de semanas, justo antes de la convocatoria de huelga, empezaron a contratar a trabajadores de la ETT para los fines de semana. Un pacto de 1995 establecía que este colectivo solo puede hacer tareas de peón y de lunes a viernes, en turno de día. Pero las compañías consideran que es contrario a la nueva normativa y abogan por eliminar esas limitaciones.
También defienden que ha quedado invalidada la cláusula alegada por los sindicatos para incorporar más fijos, aunque se muestran dispuestos a negociar. Esa es la gran reivindicación sindical, que denuncia que no se ha contratado a nadie en 12 años, con lo que la plantilla está sobrecargada. Exigen un trasvase de trabajadores de la ETT, que llevan mucho tiempo encadenando contratos de día. Las empresas sostienen, por contra, que de media los estibadores trabajan menos de 30 horas semanales.
Otro motivo de confrontación es el de las tareas complementarias, que los estibadores se atribuyen escudándose en un convenio que, según las empresas, ha quedado obsoleto. De que lleguen a un punto de equilibrio depende que el Puerto de Bilbao se libre de una huelga que llega en el peor momento posible.
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