La dependencia vasca de Taiwán se dispara un 75% en cinco años

«Además, no es solo una importancia cuantitativa, también es clave porque resulta muy difícil encontrar alternativas en otros países a los componentes que importamos de allí», comenta un empresario vasco del sector de la electrónica que prefiere mantenerse en el anonimato.

Taiwán es el principal fabricante mundial de chips. Una sola empresa, TSMC, produce hasta el 90% de los más avanzados, esenciales para las nuevas tecnologías y también para sectores estratégicos como defensa o sanidad. «Los datos reales de importaciones infravaloran la importancia de Taiwán porque muchos de sus componentes nos llegan en otros productos procedentes de China, que es donde se ensamblan y que en Aduanas cuentan como chinos aunque su 'cerebro' sea taiwanés», añade el empresario. Por eso, la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, advierte: «El peso de Taiwán en el mercado mundial de chips es muy importante, casi del 50% del total. Cualquier desestabilización del país puede afectar a importantes sectores de la industria vasca, como la automoción».

281millones de euros es el valor de las importaciones vascas desde Taiwán el pasado año, por los 69 millones que exportó Euskadi a ese territorio.

Dos de las cinco empresas españolas que aparecen en el directorio que el ICEX elabora con las que tienen implantación en Taiwán son vascas: BBVA y CAF. La agencia vasca Spri eleva a 10 el número de las que tienen representación comercial, entre las que se encuentran Iberdrola o Gestamp, y señala que la mitad pertenece al sector de la fabricación avanzada.

Aunque la isla no es estratégica para el negocio de ninguna de ellas, el proyecto de Iberdrola en el Estrecho de Taiwán es más que relevante y está especialmente expuesto a las tensiones entre Pekín y Taipei porque consiste en tres parques eólicos marinos situados, precisamente, en las aguas que albergan los ejercicios militares chinos de estos días.

Según explica la eléctrica vasca, su objetivo es desarrollar con estos tres proyectos una cartera eólica 'offshore' de 6.000 megavatios entre este año y 2024, cuatro veces la potencia instalada con la que cuenta en la actualidad. «La ambición de Taiwán por alcanzar un crecimiento significativo de la energía eólica marina nos llevó a analizar el mercado durante varios años y durante el último ejercicio hemos trabajado activamente en el desarrollo de los proyectos», afirmó David Rowland, director global de desarrollo de energía eólica marina de Iberdrola. «Estamos entusiasmados con el potencial de nuestros proyectos en el país», sentenció.

Además, el problema reside en que los parques se encuentran a medio camino entre las costas de China y de la principal isla de Taiwán, cuyo territorio el Partido Comunista reclama para sí. Aunque la compañía no se pronuncia sobre la difícil situación que han provocado las visitas de mandatarios estadounidenses liderados por Nancy Pelosi, a las que China ha respondido con maniobras militares con fuego real que han cortado de facto las comunicaciones de Taiwán, es evidente que sus planes dependen de que en ambas orillas del Estrecho no aprieten el gatillo.

Otro de los rasgos característicos de la relación comercial entre Euskadi y Taiwán, que replica la existente con China, es la gran diferencia entre las importaciones de la isla y las exportaciones hacia la misma. Porque solo adquirió productos vascos por valor de 69 millones de euros. Así, Taiwán está en el puesto 17 de origen de las importaciones de Euskadi, pero cae hasta el 43 entre los destinos de las exportaciones vascas.