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Se ha anunciado muchas veces la defunción de las criptomonedas. Y en situaciones como la actual no parecen faltar razones. El bitcoin, la 'cripto' más ... importante, ha perdido la mitad de su valor desde que en noviembre marcó un máximo que rozaba los 70.000 dólares. En la última semana, la caída se ha agudizado y ha reducido su cotización en un 20%, hasta bailar ayer en torno a los 34.000 dólares. El resto de divisas descentralizadas ha seguido su estela con mejor o peor fortuna, y en los últimos tres meses han perdido en su conjunto un billón de dólares de su valor, de los cuales unos 600.000 millones pertenecen al bitcoin.
Siempre se especula sobre las razones de estas abruptas caídas: el estallido de la pandemia o la prohibición de minar criptomonedas en China han servido antes para explicar los dientes de sierra que dibuja la cotización de las 'cripto'. En esta ocasión, sin embargo, no hay consenso: la posibilidad de que el veto de China se extienda a Rusia y a la Unión Europea, así como los tambores de guerra entre Moscú y Kiev, son los motivos que más se mencionan. Otros apuestan por una corrección lógica, y luego están los agoreros de siempre que utilizan el término 'shitcoin' (moneda de mierda) y que vaticinan la explosión de una burbuja irracional. «No son una protección contra la inflación ni contra las correcciones en valores de riesgo», alertaba ayer el analista anticripto Nouriel Roubini. «Creo que se tardará un tiempo aún en tocar fondo y en crear la confianza necesaria para que vuelvan a crecer», vaticinaba en tono menos dramático Hayden Hughes, consejero delegado de Alpha Impact.
51%es el valor que ha perdido en tres meses el bitcoin, que arrastra al resto de 'criptos'.
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