«Hay que aterrizar la digitalización a cada modelo de negocio y tipo de usuario»

Ayer fue el metaverso, hoy es ChatGPT y mañana, quizá, la computación cuántica. Las empresas ya tienen asumido -especialmente desde la irrupción de la pandemia- que la digitalización es una obligación si quieren preservar su competitividad, pero dentro de ella caben tantas tecnologías y las disrupciones son tan vertiginosas que no es fácil posicionarse. Para abordar estos cambios, EL CORREO llevó a cabo ayer en el Museo Guggenheim la cuarta edición de su foro 'DigitalTek. Liderando el cambio'. Una cita patrocinada por BBVA, el Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, Telefónica y el Ayuntamiento de Bilbao, y nacida para «apoyar a las empresas vascas a afrontar la transformación digital», tal y como recordó el director de este diario, José Miguel Santamaría. En la bienvenida al evento estuvo acompañado por José María Fernández, director del área de pymes de la dirección territorial norte de BBVA; Javier Benito, director de Telefónica en Euskadi; Jesús García de Cos, viceconsejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco; y Ainara Basurko, responsable de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia.

La jornada, que volvió a reunir a las compañías vascas punteras de la revolución digital, arrancó con una mesa redonda moderada por el periodista económico de EL CORREO Lucas Irigoyen, en la que se abordó cómo las nuevas tecnologías deben fomentar la aceleración económica, pero también la inclusión la social, la «digitalización de las personas».

«El incremento exponencial en el uso de las nuevas tecnologías supone un cambio enorme en la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno y las empresas tenemos que estar al tanto de esa demanda, que no es igual por parte de todo el público. En la banca tenemos quien pide inmediatez y quien necesita tener una cartilla, y para estos últimos habrá que tomar medidas que les ayuden en esta transición», abría el debate Ángela Cobos, manager de la Factoría Digital Retail de BBVA.

«Tecnología sí, pero con ética», subrayaba Ane Miren Ibañez, directora de Modernización del Ayuntamiento de Bilbao. «Es fundamental abordar estos cambios de una manera totalmente inclusiva teniendo en cuenta que se trata de mejorar la vida de todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de adaptación a las nuevas tecnologías. En las administraciones públicas no solo debemos ayudar a los perfiles más vulnerables a mejorar sus habilidades tecnológicas, también hay que tener muy claro que hay que gestionar para no dejar absolutamente a nadie atrás, que por muchos nuevos servicios que desarrollemos debemos mantener la atención presencial», advertía.

«En estos momentos, por primera vez en la historia, conviven cinco generaciones distintas y cada una de ellas tiene una relación distinta con la digitalización. Para los nativos digitales es muy difícil entender que exista una brecha, que haya personas para las que la digitalización sea un obstáculo para realizar tareas que antes podían realizar por sí mismas. Del mismo modo, a la hora de abordar este proceso, que es imprescindible en todos los sectores, hay que saber aterrizarlo en cada uno de ellos, ajustarlo a cada modelo de negocio porque no todas las herramientas se adaptan a todos. En el caso del comercio estamos ante un sector muy atomizado en el que no hay recetas válidas para todos», advirtió Elena Moreno, directora de Comercio del Gobierno vasco. «Es cierto; la digitalización es muy amplia y muchas veces, sobre todo en las pymes, la dirección no está especializada y requiere de asesoramiento para ver qué herramientas se ajustan a sus necesidades, qué costes van a tener y qué tiempo va a llevar implantarlas, Esa es una labor que también debemos hacer desde las administraciones», corroboró Joseba Mariezkurrena, director general de Emprendimiento y Competitividad Empresarial de la Diputación Foral de Bizkaia.

«No podemos olvidar, por otro lado, que la digitalización despierta miedos, especialmente sobre el tratamiento de los datos y la ciberseguridad. Sin embargo, el usuario debería estar tranquilo porque son las empresas las que tienen garantizar que lo que ofrecen a través de internet es fiable. Es un tema delicado porque el eslabón más débil somos siempre los propios usuarios. Los dispositivos y las aplicaciones son seguras, el problema es si caemos en trampas que además cada vez son más frecuentes», añadía Benito.

Como en citas anteriores, la celebración de DigitalTek sirvió además para reconocer la labor de cinco compañías vascas que ya destacan por la implantación y fomento de las nuevas tecnologías. Este año los galardones fueron para el comercio de ropa de segunda mano Micolet por su estrategia 'e-commerce'; BM Supermercados, por su marketing digital; Oreka, por dotar de soluciones 'big data' a empresas de cátering para permitirlas evitar el desperdicio de alimentos; Dibal, por la incorporación de la Inteligencia Artificial a sus básculas; y Satlantis, por lograr la integración de las nuevas tecnologías en toda su estructura.

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