«La innovación empieza por las personas
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«Lo más probable no es que nos sustituya una máquina, sino alguien que sepa utilizar una máquina», advierteI. Bernal
Martes, 28 de noviembre 2023, 00:04
«Si pensáis que todo va muy rápido y la tecnología no para es porque, efectivamente, todo va muy rápido y la tecnología no para. Lo estamos conviertiendo todo en ceros y unos. Ahora no podemos pedirle a ChatGPT que ponga ladrillos y levante un edificio, pero ya se están desarrollando robots capaces de convertir un algoritmo en una acción física. No es ciencia ficción. Lo veremos en nuestra vida laboral: pronto habrá cuadrillas de robots haciendo de todo». Enrique Dans, profesor de Innovación en la escuela de negocios IE Business School y divulgador especializado en tecnología, impartió al inicio de la cuarta edición de DigitalTek una charla en la que señaló la importancia de que «un territorio como el País Vasco, con una raigambre y un desarrollo industrial brutalmente diferencial con respecto al de los que le rodean, se plantee desde ya cómo van a dar cabida a estas cosas en su tejido empresarial».
«Pensad cómo utilizábamos antes un ordenador, explicó. Necesitábamos tener un algoritmo para, por ejemplo, trabajar con el Excel y lograr que al cambiar un dato de una casilla se actualizaran los de las demás. Hoy, en cambio, nosotros damos los datos, señalamos a qué consecuencias van unidos, qué efectos tienen, y la Inteligencia Artificial y el 'machine learning' logran deducir reglas a partir de las cuales se pueden crear algoritmos capaces de hacer predicciones. Por eso tenemos que convertir nuestras empresas en productoras constantes de datos etiquetables que puedan alimentar algoritmos que, sumados a nuestra experiencia, nos permitirán mejorar la eficiencia o crear nuevos productos».
Sin embargo, Dans también quiso hacer hincapié en la necesidad de entender que «la innovación empieza por las personas». «La transformación digital de las empresas no existe», advirtió. «Lo que existe es la transformación digital de quienes trabajan en ellas. Son ellas las que van a tener que aceptar y 'comprar' el hecho de que transformen como trabajan. Son ellas las que tienen que aprender habilidades nuevas y asumir que lo más probable no es que nos sustituya una máquina, sino una persona que sepa utilizar una máquina».