ArcelorMittal mantiene la apuesta por Sestao pese aparcar sus inversiones en Asturias
El gigante suspende un proyecto clave para la descarbonización pese a recibir 450 millones en ayudas
La siderúrgica ArcelorMittal ha anunciado este martes que no se dan las condiciones para invertir en Europa en instalaciones de reducción directa del mineral de ... hierro (DRI, por sus siglas en inglés), unas infraestructuras fundamentales para la descarbonización de las acerías. Esta decisión supone un enorme golpe para Gijón, donde tenía prevista una planta de estas características tras recibir una subvención del Gobierno de 450 millones de euros con cargo al Perte de Descarbonización Industrial. Pero ni con esas ayudas le salen las cuentas.
En la nota en la que expone su cambio de planes para toda Europa solo recoge buenas noticias para la acería de Sestao, al destacar los «notables avances» en las actuaciones dirigidas a aumentar a 1,6 millones de tonelas anuales desde los 600.000 actuales. Esta planta de horno eléctrico, que está siendo remodelada, va a convertirse en la primera del grupo con cero emisiones al producir acero con chatarra reciclada y energías renovables. Constituye, por tanto, una pieza clave en su estrategia.
Pero al margen de Sestao el mensaje de ArcelorMittal es desolador. La multinacional ha explicado que las plantas DRI, como la proyectada en Gijón, para producir acero verde no son rentables. Ha advertido de que supondría producir más caro y la tecnología todavía no es competitiva frente a la sobrecapacidad de producción de China.
ArcelorMittal ha indicado que no sólo en España, sino también en otros países, apostó por estas plantas combinadas con hornos de arco eléctrico para sustituir los altos hornos y reducir las emisiones. «En todos los casos, los países en los que se proyectaban estas inversiones les ofrecieron ayudas para la financiación de estos proyectos, con la aprobación de la Comisión Europea (CE)», señala.
No obstante, ha matizado que ese tipo de proyectos se basaban «en la premisa de una combinación favorable de avances en el plano político, tecnológico y de mercado que facilitarían las inversiones en descarbonización ayudando a compensar el significativo aumento de costes de capital y de explotación que conllevaría esta estrategia de transición». Añade que «ello incluía la posibilidad de utilizar gas natural hasta que el hidrógeno verde resultase competitivo».
Pero concluye que no se ha avanzado lo suficiente para asegurar la viabilidad. «Hubiéramos deseado avanzar con mayor celeridad, pero la realidad es que aún no se ha establecido el marco regulatorio necesario para apoyar la justificación económica de las inversiones», ha indicado.
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