Amazon renuncia a su centro de Oiartzun al «replantearse» su estrategia en España

El Ayuntamiento hizo público ayer a través de su página web que la firma estadounidense envió el miércoles al consistorio el documento de renuncia al proyecto. De hecho, los trabajos de descontaminación de los terrenos estaban ya finalizados y la perspectiva era la de iniciar la actividad a finales de este año, una vez superadas todas las trabas administrativas que Amazon se había encontrado en el camino. El gigante del comercio electrónico no quiso ayer hacer «comentarios al respecto».

La multinacional estadounidense solicitó a principios del año pasado la licencia de actividad al consistorio de Oiartzun, y desde entonces el comercio del territorio mostró su notable malestar, al igual que algunos representantes institucionales por el tipo de actividad que desarrolla el gigante del 'e-commerce' y la baja calidad del empleo que crean estas grandes plataformas.

Durante el año y medio en el que Amazon ha ido aterrizando su plan para recalar en Oiartzun, desde la asociación de comercios de Gipuzkoa (Dendartean) siempre han mantenido que el proyecto chocaba con el modelo de economía que trata de impulsar el territorio, al tratarse de una venta directa al cliente sin intermediarios -y no de distribución-, por lo que entendían que no debería tramitarse la licencia de actividad como centro logístico.

El Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Oiartzun, sin embargo, ya había dado el visto bueno a la licencia de actividad como centro de distribución. El siguiente paso era enviar toda la documentación al Departamento de Salud del Gobierno vasco para que analizase el posible impacto de la actividad sobre cuestiones que le competen, y también al de Medio Ambiente. Una vez superados esos trámites el Ayuntamiento aprobaría la licencia de actividad y se presentaría la licencia de Obras. Toda esa tramitación hubiera conllevado entre seis y ocho meses.

Los requerimientos administrativos para poner en marcha la plataforma logística han sido, precisamente, los principales escollos que han ralentizado el proyecto de Amazon, hasta el punto de que la multinacional ha acabado desistiendo.