Los detectives privados buscan comportamientos que se repitan en diferentes días y aportan imágenes para documentarlo. E.C

El alto absentismo impulsa la contratación de detectives privados en Euskadi: «Hay empresarios desesperados»

La decisión de Fuengirola de 'vigilar' a algunos funcionarios que tiene de baja pone el foco en una práctica que en el País Vasco solo se da en el sector privado

Sergio Llamas

Domingo, 17 de agosto 2025, 00:37

La salud laboral preocupa a las empresas, pero también lo hacen las bajas de los trabajadores y, cada vez más, el temor a que recurran ... a ellas de forma fraudulenta. Así lo notan las agencias de detectives que operan en Euskadi, y que advierten un alza en sus contrataciones para combatir esta práctica. Aunque descartan que la administración vasca haya demandado sus servicios, como acaba de ocurrir con el Ayuntamiento malagueño de Fuengirola que licitó la semana pasada un contrato para vigilar a sus empleados, sí han notado una explosión en la demanda.

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«Han subido mucho. Suponen actualmente cerca del 90% de nuestros contratos», explican en la agencia Besaide, donde citan que están recibiendo a algunos empresarios «desesperados». «Tenemos una cliente con una empresa de 16 trabajadores que tiene a seis de baja. Nos dice que es insostenible», afirman.

Este tipo de casos son más habituales de lo que parece, fruto de un efecto contagio que dicen apreciar en las plantillas. «Si ves que varios de tus compañeros faltan al trabajo, por ejemplo ahora durante una ola de calor, y no les pasa nada, se crea un mal ambiente laboral. Al final el fenómeno se expande y hay gente que se aprovecha», razonan.

Recurrir a estos servicios despierta el recelo de los sindicatos, que acusan a las empresas de «criminalizar» a los trabajadores y de generar una inseguridad entre la plantilla. Más aún en una Euskadi que sigue ostentando la tasa de absentismo más alta de todo el país. Este año repuntó tres décimas hasta el 9,1% frente al 7,2% nacional. Las bajas laborales también están por encima. Llegan a un 5,8% sobre el 4,1% de España, y en el caso del sector público alcanzan un 7,4%.

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Aunque es una problemática que los sindicatos achacan al peso del sector industrial (propenso a ciertas bajas por salud), el envejecimiento de la población (que alarga los periodos de recuperación), o las listas de espera en Osakidetza, se trata de condiciones que se dan también en otras regiones donde el absentismo no alcanza estas cotas.

Lo cierto es que a los detectives no les faltan estos trabajos en Euskadi. Para desempeñarlos, su herramienta es el seguimiento y la toma de imágenes de posibles pruebas. «Informamos de lo que vemos. Nunca evaluamos. Nosotros a nivel judicial estamos considerados como testigos cualificados», explican en la agencia de detectives privados Arkos. Según explica su responsable, trabajan para nueve mutuas y actualmente tienen 19 casos activos de bajas sospechosas de ser fraudulentas, algo que en una gran cantidad de casos terminan desmintiendo sus investigaciones.

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«No vamos al fallo»

«No vamos a buscar el fallo. No se trata de sacar a una persona con lumbalgia agachándose a coger un billete. Buscamos una habitualidad, algo que se produce durante varios días, y no el tema ocasional», advierten en Arkos. Su trabajo requiere recoger una documentación gráfica -fotografías o vídeos- que muestre una tendencia. Y no solo en el caso de las bajas por lesiones, aunque sea la situación más popular. Hasta hace apenas un año también eran habituales los encargos relacionados con el teletrabajo, aunque el fenómeno ya ha decaído.

Cuando se evidencia un fraude los motivos son variados. Las agencias reconocen que no es extraño que las empresas opten por opciones ajenas a los juzgados cuando descubren que las ausencias del personal se deben a dificultades con la custodia de los hijos, problemas con adicciones o depresiones.

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Eso sí, en el caso de un juicio sus informes pueden tener peso, y hasta las tarifas de la agencia pueden ser trasladadas como costas judiciales a quienes recurren la decisión. «En esos casos, su señoría nos pide las facturas para pasárselas a la otra parte», añaden en la agencia Arkos.

La abogada laboralista Raquel Abajas destaca que aún no siendo peritos y tratarse de testigos de parte, el testimonio de los detectives en un juicio sí puede tener un peso especial en un juicio. «Tienen una categoría cualificada por su formación específica y porque lo refrendan con informes y con pruebas, lo que actúa como un refuerzo», aunque recuerda que se deben tomar muchas precauciones a la hora de recurrir a sus servicios. «No hay impedimentos legales para contratarlos. A nivel de jurisprudencia se estuvo exigiendo que hubiese indicios fundados, pero una sentencia del Tribunal Supremo de 2023 acabó con eso. Eso sí, se exige que se respete en todo momento los derechos de intimidad, honor y propia imagen de los investigados», recuerda la letrada, que tampoco ha conocido casos en el sector público, y que recela de que se apliquen este tipo de métodos. «Caeríamos en un error si se aplicara esta hipervigilancia de manera sistemática», afirma.

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El motivo de que crezcan los encargos podría deberse a una sensación creciente de que el fraude está ya «normalizado». «Se observa en la calle. La gente lo dice en alto en la cola de un supermercado. 'Me voy a coger unos días de baja para ir al pueblo'. Esta asimilado socialmente», explican en la agencia Winterman. En ella también han notado este crecimiento, pero también desarrollan investigaciones preventivas a la hora de contratar directivos o contrastar sus currículum. «A veces parece que hay una lucha. Que los trabajadores tienen a los sindicatos, y las empresas nos tienen a nosotros», compara.

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