Más de 45.000 vascos cotizaron el año pasado por sus prácticas no remuneradas

Aunque este colectivo no computa en los datos generales de afiliados, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha señalado que su alta supone «una extensión de derechos para los más jóvenes, fundamentalmente». «Son el futuro del sistema y deben formar parte de él desde el inicio de su carrera laboral. Durante sus prácticas formativas disponen de una cobertura social, de protección frente a enfermedades o accidentes laborales, a la vez que generan derechos para la percepción de futuras prestaciones como la jubilación», ha explicado.

La obligación de cotizar por todas las prácticas -hasta ahora sólo se beneficiaban las remuneradas- se incluyó en la primera parte de la reforma de las pensiones. Sin embargo, la polémica destada por las dificultades de su gestión obligó a retrasar la medida hasta el año pasado. Los nuevos beneficiarios se reparten entre los alumnos procedentes de la FP (unos 25.000 en el caso de Euskadi) y los Universitarios (los 20.000 restantes). Desde sus inicios el problema no eran los costes que generaba esta obligación, ya que la Seguridad Social asume el 95% de estos gastos que recogen tanto las contingencias comunes diarias como las profesionales, sino las gestiones, esto es, la obligación de tener que tramitar todas las altas y bajas. En el territorio el Gobierno vasco se comprometió a encargarse de estas altas para quienes cursaban la formación profesional, mientras que para el resto los trámites recaían en las propias universidades.

Este nuevo millón de cotizantes en toda España se suma a las 250.000 personas que también se dieron de alta en la Seguridad Social durante todo el año pasado por sus prácticas remuneradas, una exigencia que en su caso ya se venía aplicando desde el año 2011.

Con estas incorporaciones, explicaron desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los estudiantes quedan comprendidos como asimilados a trabajadores por cuenta ajena en el Régimen General de la Seguridad Social. Aunque su protección se corresponde con el régimen aplicable, se excluyen algunas propias de los asalariados como las coberturas por desempleo, la del Fondo de Garantía Salarial y la del Mecanismo de Equidad Intergeneracional. En el caso concreto de las no remuneradas, también quedan fuera las protecciones por la prestación de incapacidad temporal derivada de las contingencias comunes.

Cataluña fue la comunidad autónoma que registró más alumnos en prácticas no remuneradas durante el año pasado. Allí se superaron los 185.000 estudiantes, frente a los 170.000 de Madrid, los 135.000 de Andalucía y los 109.000 de la Comunidad Valenciana.