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Grupo de estudiantes norteamericanos y su profesor en la Universidad de Deusto. Jordi Alemany
«Vivimos la Super Bowl como si fuera el día de Navidad»

«Vivimos la Super Bowl como si fuera el día de Navidad»

Esta noche se juega la final de la NFL, que cada año paraliza Estados Unidos. Norteamericanos que trabajan y residen en Bizkaia cuentan qué supone para ellos vivir este partido lejos de casa

Domingo, 9 de febrero 2025

A este lado del océano Atlántico, la Super Bowl es más conocida por la actuación musical del descanso o por los millones de alitas de pollo que se consumen en Estados Unidos que por su atractivo deportivo. Pero para los estadounidenses es una fecha muy especial. El segundo domingo de febrero el país se paraliza durante horas para seguir una final que concita el interés de todo el mundo. Sin discusión. Da igual qué equipos jueguen o en qué ciudad se dispute. El 'football' es el deporte rey y la Super Bowl su mayor reclamo. Las fiestas con familiares y amigos, con comida y bebida sin medida, se celebran en los cincuenta estados. Nadie se la pierde.

Así que no es fácil ser norteamericano y estar estos días lejos de casa. Por ejemplo, en Bizkaia. Una representación de la colonia norteamericana cuenta cómo viven desde la distancia este evento, tan inoculado en su ADN como la fiesta del 4 de julio o Acción de Gracias. Da igual si son jugadores profesiones del baloncesto, estudiantes o científicos. Todos hablan con la misma pasión y a la vez con un punto de melancolía de lo que sentirán a lo largo de este fin de semana.

  1. Muhammad-Ali Abdur-Rahkman y Harald Frey Jugadores del Bilbao Basket

    «Hemos quedado varios del equipo para ver el partido juntos en casa»

Mars, con la camiseta de sus Eagles, y Frey posan en la cancha de entrenamiento del Bilbao Basket. Mireya López

Es cierto que Harald Frey es Noruego. Pero estudió y se formó como jugador en una universidad del estado de Montana, así que cuando se le pregunta si se considera medio norteamericano, asiente con una gran sonrisa. Y si el tema de conversación es la NFL y la Super Bowl, es más yanqui que la Estatua de la Libertad. Él y Muhammad-Ali Abdur-Rahkman (Allentown, Pensilvania), conocido en el vestuario como 'Mars', dirigen el juego exterior del Bilbao Basket y son los jugadores más forofos del 'football' en el vestuario de los hombres de negro. «Yo jugué de niño. Era quarterback pero luego cambié a receptor», recuerda Mars.

El caso de Frey es curioso. Se aficionó a este deporte por uno de los mejores kickers -jugador encargo de chutar a palos- de la historia de la NFL... que era noruego como él y también jugó en su misma universidad de Montana. Pero fue en su periplo universitario cuando descubrió de verdad lo que es la Super Bowl. «Ese día comprobaba alguna de las mejores cosas que tiene Estados Unidos. Es una celebración que te envuelve y que hace que sientas de verdad sus tradiciones. Para los americanos significa mucho. Es muy especial. Me acuerdo que nos juntábamos los compañeros de habitación y del equipo de baloncesto. Uno lo organizaba y todos llevábamos comida y por allí aparecían amigos de amigos.... », rememora con un punto de nostalgia.

En el caso de Mars, este año es muy especial. Él es de Allentown, a una hora en coche de Filadelfia. Así que es un seguidor acérrimo de los Eagles, uno de los dos contendientes de esta Super Bowl. Se le ilumina la cara cuando cuenta que en su casa, «como cada año», sus padres organizarán una gran fiesta donde se juntarán familiares y amigos.

Muhammad-Ali Abdur-Rahkman, con el uniforme del equipo de fútbol americano de su escuela. E. C.

«Para mí es como el 4 de julio o Navidad. Todo el mundo se reúne, normalmente se cocina y se ve el partido en un gran fiesta.

¿Siente nostalgia en días como éste?

«Claro, y este año mucho más. Soy de los Eagles y como ganemos, sé que mis amigos se irán a Filadelfia a celebrarlo y divertirse. Todavía me acuerdo de cuando ganamos en 2018. Fue increíble. En toda nuestra vida nunca les habíamos visto ser campeones», rememora abriendo mucho los ojos en un gesto muy elocuente.

Este año les tocará ver el partido en Bilbao, a miles de kilómetros de Estados Unidos. Pero lo harán juntos, en compañía de varios compañeros del equipo. «Están intentando que organice una fiesta en mi casa. Seguro que se vendrá Mel (Melwin Pantzar) y alguno más. Nos lo pasaremos bien», confiesa Mars, cuyo pronóstico es claro: victoria de los Eagles. Harald Frey, en cambio, irá con los Chiefs. «Es que es mi equipo favorito». Resulta que aquel kicker noruego por el que se aficionó a la NFL, Jan Stenerud, jugó para los Kansas City Chiefs.

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  1. Estudiantes en la Universidad de Deusto

    «Mucha gente dice que este lunes debería ser festivo para recuperarse de la fiesta. Y estamos de acuerdo»

Will Ballow, James Demastus (profesor de Gestión Deportiva); Brett Holloway, Matias Kroese, Micah Kiker, Savannah Weinrick, Leah Burdette, Zoe Korejwo y Aaron Summit Jr. Jordi Alemany

Si hoy estuvieran en los Estados Unidos, todos contarían las horas en el campus de sus respectivas universidades para la que podría ser una de las mejores fiestas del año. Pero están en Bilbao, así que les tocará echar en falta a sus compañeros y perderse la Super Bowl. Son Will Ballow, Brett Holloway, Matias Kroese, Micah Kiker, Savannah Weinrick, Leah Burdette, Zoe Korejwo y Aaron Summit Jr. Hoy tienen clase de Gestión Deportiva en el Fútbol Europeo con el profesor James Demastus, también estadounidense, en la Universidad de Deusto.

«Para nosotros la Super Bowl es como el día de Navidad. Todo el mundo se junta y lo celebra comiendo y bebiendo mucho». Da igual si uno es de California, Nebraska o Idaho. El 'football' les une de tal manera que nadie se pierde la final de la NFL. Aunque es verdad que en algunas zonas este deporte «es como una religión», como en el sureste del país, con Texas, Alabama, Mississippi y Georgia a la cabeza. O Tennessee, donde precisamente estudian Brett Holloway, Micah Kiker y Savannah Weinrick. Allí este deporte es algo más que un espectáculo. «En nuestra universidad el equipo lo es todo. Juega en el Neyland Stadium, donde entran 102.000 personas. Los estudiantes vamos a todos los partidos, toca la banda de música... El ambiente es algo increíble», relatan.

El revuelo es general cuando uno de ellos confiesa que si estuviera en casa, vería el partido de esta noche saboreando unas 'buffalo chicken wings' (alitas de pollo al estilo de Buffalo), minihamburguesas y cerveza. Su 'menú tradicional' para la Super Bowl. «Es que la fiesta dura todo el día, desde antes de la hora de comer y hasta la noche. Mucha gente dice que el lunes debería ser día festivo para poder recuperarse, y nosotros estamos de acuerdo», ríen todos.

Micah Kiker junto a una compañera en un partido del equipo de su universidad, Tennessee, frente a Alabama en el Neyland Stadium. E. C.

En los últimos días han estado investigando a ver si en algún bar de Bilbao o los alrededores hay organizada una fiesta para ver el partido. No han tenido mucho éxito, así que se irán a la cama sin poder ver la final juntos y tendrán que conformarse con algún resumen.

Sobre el resultado que esperan para esta noche, casi todos creen que ganará Kansas City... muy a su pesar. A ninguno le cae muy bien su quarterback, Patrick Mahomes, que es «un poco chulo y siempre tiene la ayuda de los árbitros». Así que todos van con Filadelfia... salvo el profesor. James Demastus, natural de California, va con los Chiefs. Y por una razón tan buena como otra cualquiera: «es que soy fan de Taylor Swift, y como es novia del tight end de los Eagles pues eso...».

  1. Maya Dodson y Mikayla Pivec Jugadoras del Lointek Gernika

    «Aunque no juegue tu equipo, la ves por el show del descanso y hasta por los anuncios»

Dodson y Pivec juegan juntas en el Lointek Gernika. E. C.

La vida nómada que llevan los jugadores profesionales de baloncesto les obliga a vivir fuera de su país durante muchos años. Es el caso de las dos norteamericanas del Lointek Gernika, Maya Dodson y Mikayla Pivec, trotamundos en esto del basket que acumulan experiencia en Polonia, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Puerto Rico, Turquía... y ahora Bizkaia. En cada país han buscado mantener vivas esas ligazones intangibles que te unen al hogar. Como por ejemplo, la Super Bowl. «Siempre que he estado en el extranjero he intentado verla. Aunque no me importen los equipos que juegan, ahí estoy. Aunque sea por el show del descanso y hasta por los anuncios que emiten por la tele. Son entretenidos de ver y luego hablas de ellos con los amigos durante días y es muy divertido», explica Pivec, natural del estado de Washington y, por lo tanto, seguidora de los Seattle Seahawks.

«Las fiestas de Super Bowl son un tesoro nacional. Me encantan. Por el horario de aquí, el partido de este año es muy tarde pero si no quedo con nadie para verlo, me uniré de forma remota vía Zoom a la que haga mi familia», asegura la alero.

Maya Dodson aún recuerda cuando de joven se juntaban a casa de algún amigo en su Virginia Occidental natal para ver la final de la NFL. Allí, como en los millones de hogares norteamericanos, nunca faltaba la comida y bebida.

Si finalmente las compañeras de equipo se juntan esta noche, saltarán chispas. Una animará a los Eagles, la otra a Kansas City. «Voy con Filadelfia porque son los que van de tapado y estoy un poco cansada de tanto dominio de los de Mahomes», confiesa Dodson. «Como no juegan mis Seahawks, yo voy con Kansas porque soy una gran admiradora de Taylor Swift», apunta. «Y si eso no te gusta, ya sabes, 'Shake it off'», bromea haciendo un juego de palabras ('Sacúdete ese problema de encima') en referencia a una de las canciones más conocidas de la cantante.

  1. Tim Riffe Investigador de Ikerbasque en la UPV

    «Si hoy jugaran los Lions, me habría cogido un avión a cualquier ciudad de Europa para ver el partido con más gente de Michigan»

Riffe es experto en modelos matemáticos para estudiar la esperanza de vida y la mortandad. E. C.

La ciudad donde uno crece te marca para la toda la vida. Por la forma de ser, de hablar, de entender la vida y, por su puesto, por el equipo al que animas. Tim Riffe nació hace 43 años en un pueblito en medio del campo en el estado de Michigan, en una de esas casas que tanto se ven en las películas en las que el vecino más cercano está a varios kilómetros de distancia.

Cuando habla del 'football' y la Super Bowl mantiene las distancias, como quitándole importancia. Pero es postureo. Es la forma que tiene de lamerse las heridas por la derrota de hace unas semanas de sus Detroit Lions, uno de los mejores equipos de esta temporada y favoritos a ganar por primera vez en su historia el trofeo Vince Lombardi (el que se entrega al ganador del partido de esta noche). Pero cayeron eliminados a las primeras de cambio en los play offs.

Así que cuando se le pregunta a este demógrafo que trabaja como investigador de Ikerbasque en la UPV si verá el partido, primero duda, y luego asegura que igual se conformará con un resumen mañana lunes. «Ya sabes, esta noche empieza muy tarde», se excusa. Pero Riffe se transforma ante la pregunta de qué haría si los Lions fueran uno de los dos equipos en liza. «Bufff... La vería a cualquier coste. Pero no aquí. No, no. Me cogería un avión a cualquier ciudad grande de Europa donde supiera que se va a juntar gente de Michigan y la veríamos juntos», afirma con rotunda seriedad.

Riffe, con la equipación de su equipo de instituto en su Michigan natal. E. C.

Pero mientras llega el día de que su equipo dispute el 'gran partido', se tendrá que conformar con echar la vista atrás y recordar cómo disfrutaba viendo la Super Bowl con su familia. «Claro que añoro mi casa en días como hoy. Es una fiesta, la excusa perfecta para juntarte con los tuyos y pasar un buen rato», asegura.

- ¿Con quien va esta noche?

- No están los Lions, así que me da igual. Sólo quiero que salga un buen partido. Bueno, no, que tengo unos primos en Pensilvania a los que les encantaría que ganen los Eagles. Voy con Filadelfia.

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