La caída a los infiernos del campeón Luvo Manyonga

Luvo Manyonga se convirtió en una de las referencias del atletismo al ser subcampeón de longitud en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y un año después convertirse en campeón del mundo de la especialidad. Eran tiempos de gloria, de éxitos y una historia de superación que proclamaba en Londres tras conseguir su oro. El atleta que había sido adicto al tik, una barata metanfetamina de cristal que se encuentra en los suburbios de Sudáfrica, había conseguido dejar atrás sus problemas para convertirse en un campeón mundial y . Pero Manyonga no había superado su adicción. Solo se trataba de un paréntesis que acabó con la muerte de su madre. Ahora, cinco años después, la BBC ha encontrado al saltador al noroeste de Sudáfrica, tras una larga búsqueda puesto que Manyonga decidió alejarse de todo para superar sus problemas. Sin representante, ni redes, ni teléfono, ni correo electrónico ni una dirección conocida, el atleta sudafricano ha elegido esa vía para desaparecer y evitar tentaciones.

.«Las cosas han sido difíciles, no voy a mentir», dijo. «Pero soy un tipo fuerte. Esta es mi realidad y no puedo escapar de ella«, explica en la conversación con el medio de comunicación británico para justificar su decisión de poner tierra de por medio con su pasado y con las tentaciones. Después de vivir la gloria en Londres 2017 todavía hubo tiempo para encadenar otro éxito, la plata del Mundial de Birmingham 2018 en pista cubierta. Además, había saltado 8,65 metros en su país, lo cual le convertía en aspirante a todo allá donde compitiera. Pero las cosas a partir de ahí fueron siempre a peor y aunque le dio tiempo a ser cuarto en la final de Doha'2019, estallaron con la muerte de su madre en 2020. «Fácilmente podría haber perdido la vida», dijo sobre su recaída. «Estaba haciendo todo tipo de cosas locas, algunas de esas cosas que hacen los yonquis como robar, robar autos, romper casas... Era como un matón en cierto modo por cómo me perdí en las drogas, pero me alegro de que Dios estuviera conmigo y me alegro de que todavía estoy vivo».

A su caótica vida se le unieron los problemas deportivos. Manyonga se perdió una prueba de dopaje en noviembre de 2019 y después no dio su paradero para las visitas de los evaluadores en abril y octubre de 2020. Tres pruebas perdidas que provocaron una sanción. Y además una suspensión anterior de 18 meses en 2012 por uso de metanfetamina contó en su contra. En total, Manyonga recibió una sanción de cuatro años, por lo que podría volver en diciembre de 2024, algo que no descarta. Tendrá entonces 33 años. Pero para verle de nuevo en el pasillo de saltos, tiene por delante una misión. «Lo único que tengo que hacer ahora es encontrar a Luvo. No al campeón mundial, no al drogadicto, a Luvo. Si puedo encontrar a esa persona, las cosas estarán en su lugar».

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