Casper Ruud, el noruego paciente que aspira a destronar a su ídolo
El tenista nórdico reconoce que «de pequeño lloraba mucho y me fijaba en Nadal porque nunca se rinde»
Casper Ruud tiene 23 años y lleva casi un lustro puliendo su tenis en la academia Rafael Nadal de Mallorca. Mañana, a partir de las tres de la tarde, se enfrenta a su gran ídolo y mentor en la final de Roland Garros. Para Rafa sería su decimocuarto título. Para Ruud jugar el partido decisivo en la pista central de París es ya un sueño. Hasta ahora, su mejor resultado en un grand slam había sido los octavos de final del Open de Australia de este año.
Ahora mismo, el noruego es el octavo mejor tenista del mundo y el más laureado en la historia de su país. Ningún compatriota había logrado antes entrar en el Top10. Quizás la única referencia era, precisamente, la de su padre y entrenador: Christian Ruud, que llegó a ser el número 39 del ránking ATP en los años 90.
Ruud es un jugador paciente y muy físico. Especialista en tierra batida, contradice el estereotipo de tenista nórdico de saque y volea. A Casper le gusta masticar los puntos. Ha perdido seis sets en su camino hacia la final. En este periplo ha derrotado a Tsonga, Emil Ruusuvuori, Sonego, Hurkacz, Rune y Cilic. Ahora se enfrenta a su gran referente. «De pequeño lloraba mucho, pero me fijé en Nadal y quise aprender de él, poque no se rinde nunca y tampoco se queja nunca».
Al noruego no le dolieron prendas en reconocer que es «mi ídolo». Nadal respondió en sala de prensa: «Es un amigo, tiene una gran familia, es profesional tiene muy buena actitud para aprender y es humilde». Ruud tiene ocho títulos: Buenos Aires (2020), Génova, Bastad, Gstaad, Kitzbuhel, San Diego (2021) y Buenos Aires y Génova (2022).
