Zabaleta, el reto de Mariezkurrena II

«Con los retos me vengo arriba. Estoy en mi mejor momento del Parejas tanto física como mentalmente». Esta tarde (17.15 horas) tiene uno de los grandes desafíos en el Labrit de Pamplona. Jon Mariezkurrena se enfrenta a José Javier Zabaleta en la zaga de un duelo que en el que tendrá a Altuna III de compañero y Elezkano II de rival en los cuadros de la verdad.

Para el joven guardaespaldas de Berriozar será la primera vez que afronte esta fase de la competición en sus tres participaciones, mientras que el de Etxarren ya lleva a cuestas la friolera de siete, entre las incluye dos txapelas y otra final.

Ambos son dos pegadores natos que pueden decantar un partido de su lado a nada que tengan el día y generen dudas en el rival. El presente y el futuro de la pelota si no se tuerce nada. Nueve años les separan. Cuando Zabaleta jugó su primer Parejas Mariezkurrena II era infantil. En la liguilla de cuartos ya consiguió superarle en la décima jornada, pero ahora todo se aprieta. El margen de error es mínimo y la presión aumenta.

«Zabaleta es superior a todos lo zagueros, pero si estoy al 100% le puedo sujetar y generar problemas», señaló. Sabe lo que se va a encontrar en una cancha de sobra conocida para ambos. «Su golpe es muy violento y mantiene el pelotazo desde atrás durante mucho tiempo con las dos manos. Siempre está bien colocado y eso, poco a poco, merma al contrario».

Incomodarle será su objetivo y el de su compañero para que baje el rendimiento. Marcar el ritmo, y arrimar pelota a pared, fueron dos de la premisas que les funcionaron en su último compromiso y que seguro buscarán repetir.

Pero cada partido es una historia. Y entonces el vizcaíno y su compañero tuvieron un arranque frío del que tomaron nota. Esta vez llegan descansados, tras dos semanas de reposo que se ganaron por terminar líderes, y concienciados de que hay que entrar muy metidos en el choque para evitarse problemas que luego no puedan solucionar. «Habrá que jugar muy bien», subrayó Zabaleta. Y eso supone sacar su versión estelar. La que ya ha mostrado en más de una ocasión a lo largo de los últimos tres meses.

El zaguero de Etxarren está «con ganas». Y fresco, sinónimo de que sus manos están bien. A sus 30 años ha pulido los defectos que tenía sobre la cancha, y ha hecho de la regularidad su mejor arma. Porque además de soltarle a la bola, pierde bastante menos pelota, cubre más espacios y desahoga a su delantero. Las semifinales arrancan con un bonito duelo en el que la tensión está asegurada. Otro aspecto a tener en cuenta.