«Algunas veces pienso en la retirada»

-¿Cómo afronta el 2020?

-Bien. He decidido no hacer ningún Ironman al principio y enfocar todo al de Vitoria. En ese sentido, la preparación es un poco diferente.

-¿Qué objetivos se ha fijado?

-Llegar a la carrera de casa bien e intentar repetir el resultado del 2019, que será difícil. Me salió un día perfecto. Esta vez no tengo el pasaporte garantizado para Hawai y debo lograrlo en Vitoria. Los dos primeros lo consiguen. Estoy centrado en hacerlo bien y luego ya se verá lo de Kona. Está marcado en rojo.

-¿El triunfo del año pasado le marcó?

-Por supuesto. Llevaba tiempo sin competir en casa y fue algo muy chulo. Me salió una carrera redonda y tengo un recuerdo bonito. Desde el mundial de 2013 , en el que fui segundo, no corría aquí y fue algo muy bonito.

-¿Sigue teniendo la sensación de encontrarse mejor que hace diez años?

-A nivel físico me encuentro muy bien, cerca de ritmos que podía estar haciendo en aquella época, y a nivel mental a gusto, con más experiencia y estabilidad. También me ha cambiado el entorno, la familia y la vida.

-¿Qué le ha dado el nacimiento de su hijo Jon?

-Primero, mucha felicidad y, después, otra forma de ver y afrontar la vida. Te cambia un poco las perspectivas.

-¿Ha variado su planificación de entrenamientos y competición?

-Sí. Voy más relajado que otros años. En noviembre de 2018 hice el Ironman de Arizona y el pasado año el de Sudáfrica, Vitoria y Hawai. Han sido cuatro pruebas importantes en menos de doce meses. En 2020 necesitaba parar un poco para empezar más calmado. Estoy haciendo menos volumen y, por ejemplo, aprovecho para hacer algo más de monte. La idea es tener el punto de forma más alto en julio. Y también no competir hasta mayo.

-¿Cómo lo hace para seguir motivándose con 43 años?

-Porque estoy haciendo algo que me gusta. Poder seguir siendo profesional y contar con buenos patrocinadores como BH también ayuda. Es cierto que muchas temporadas no me quedan, aunque sigo teniendo ilusión porque veo que rindo muy bien. Sigo mejorando en muchos aspectos.

-¿Ha pensado en la retirada?

-Sí. Se te pasa por la cabeza varias veces. Todo el mundo te lo pregunta y la edad está ahí. Tiene que haber algún momento que el rendimiento empiece a decaer. Los últimos años lo vas viendo más cercano, aunque en 2019 vi claro que quería seguir esta temporada. Voy año a año y actualmente tengo dudas de si seguiré entrenando y compitiendo a este nivel en 2021. Tampoco tengo decidido que lo vaya a dejar. Será una decisión progresiva y meditada.

-Incluso se ha adaptado estos años atrás al invierno vitoriano para entrenar.

-Por supuesto. Ahora las circunstancias han cambiado. Antes, pasaba mucho tiempo en Lanzarote, pero ahora con Jon eso ha cambiado. Cuando hace malo, hago mucho rodillo. En Navidades y Semana Santa sí que nos vamos a Canarias para aprovechar. Este invierno está siendo muy bueno y no repercute en mi rendimiento.

-¿Vitoria sigue siendo ideal para este deporte?

-Desde luego. He viajado por medio mundo y en ningún sitio he visto las condiciones que tenemos aquí. El clima es un condicionante importante en invierno, pero para andar en bicicleta es una maravilla y para correr hay un montón de opciones. Qué decir de las instalaciones que hay para nadar. Por medios no es. Es cuestión de ponerle más ganas en invierno y punto.

-Desde que se pasó a la larga distancia renunció a la olímpica.

-Cierto. Con mi nivel no me lo puedo plantear. Un tipo como Gómez Noya, que es otro nivel, igual sí. Además se necesita un proceso de clasificación y dedicarte en el ranking mundial en distancia olímpica. Es como si un maratoniano quisiera hacer un 5.000. Igual alguno muy bueno pudiera hacerlo, pero una vez que te especializas en distancias largas es complejo. Desde Atenas 2004 me especialicé en largas distancias y apenas he corrido la olímpica. No puedo llegar a ser competitivo ni aunque me dedicara al 100%.