Urbeltz Moar sueña con ser Hamilton
El vizcaíno, subcampeón de España de karting con 16 años, busca patrocinios para saltar a la Fórmula 4 y demostrar la calidad que los expertos ven en él
Puede ser la forma de trazar la curva, la celeridad de la frenada, cualidades que el actual campeón de Fórmula 1, Lewis Hamilton, exhibía de ... niño. O sencillamente la manera de gestionar la carrera, descubriendo las cartas solo lo justo para que los competidores no aprendan demasiado. Cosas de las que un lego en automovilismo no se da cuenta, pero que no se le escapan a quien debe decidir cuándo tiene delante a un proyecto de piloto. Algo de eso es lo que Alessandro Manetti, bicampeón del mundo en karting y pentacampeón europeo, que compitió con el novato Fernando Alonso, debió de detectar en un chico de Mungia de 12 años que iba a correr en el circuito de Zuera, en Zaragoza. Se llamaba Urbeltz Moar, quien cumplidos los 16 es el actual subcampeón de España de karting en categoría senior.
Obligado a madurar rápido para compaginar el deporte y los estudios (primero de Bachiller), un gesto adolescente asoma en su rostro al relatar la experiencia con Manetti. «Me vio en la pista de lejos y dijo: 'Yo había venido para un fin de semana, a ver a un niño, pero parece que voy a tener que trabajar'. Y me llevó a Italia a correr».
Urbeltz había llamado la atención de más gente antes de que el excampeón reparara en él. Con 4 años se montó en un kart en Villarcayo (Burgos) y ya no quiso bajarse, a diferencia de otros niños que dan unas vueltas y pasan. «Yo empecé a ir a aquel circuito fin de semana sí fin de semana también», relata el joven, dejando clara su determinación. «Ahora voy donde me toca. Si es en Alemania, allí. Cuantos más días esté antes de la carrera, mejor la harás, pero no tengo presupuesto y voy directo».
Sin poder entrenar antes de muchas pruebas, ya que la familia viaja con Urbeltz y no puede permitirse desplazamientos prolongados; con el chico afrontando complicaciones en carrera por imprevistos mecánicos, a veces disputando solo dos mangas... Con esos y otros impedimentos, Urbeltz ha logrado auparse regularmente a los puestos altos de la clasificación en España y el extranjero, frente a rivales con más medios y tiempo para familizarizarse con los circuitos. «A veces hago algunas cosas en la pista, pero sólo una vez, para que no me copien», confiesa Urbeltz, que se acuerda de su estreno al volante en Villarcayo. A sus 4 años, prácticamente era solo un casco. «El kart era rojo, de cuatro tiempos. Di cinco vueltas y al acabar sólo quería volver a conducir».
Trayectoria
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Palmarés. Urbeltz Moar nació en Mungia en 2003. Ganó con 7 años el campeonato de Cataluña benjamín. Con 10, logró el titulo estatal de alevines. Este año, adquirida ya experiencia internacional, ha sido subcampeón de España senior. Su último equipo ha sido el inglés Evolution. Busca apoyos para encontrar otra escuadra en F4.
En Le Mans y Castelletto
El primer triunfo le llegó a los 7 años en el campeonato de Cataluña de benjamines, la alternativa que tenía a esa edad, ya que le faltaba un año para disputar el título de España. Pero ese premio lo obtuvo en alevines, hasta 11 años, y siendo cadete comenzó a adquirir una experiencia internacional que a día de hoy incluye circuitos como el de Castelletto, a una hora de Milan, y el francés de Le Mans.
Ahora mismo, con el subcampeonato estatal senior de 2019 en el bolsillo -lo consiguió enfrentándose a pilotos hasta trece años mayores que él-, es el momento de saltar a la Fórmula 4. Sería el primer peldaño de una escalera que ascendería con la F3 y después con la Fórmula 'E', competición de monoplazas eléctricos en circuitos urbanos como París. Con ese objetivo -carreras en vehículos que entroncan con la protección del medio ambiente- los padres de Urbeltz, Koldo y Ana, le han diseñado una prudente hoja de ruta para que desarrolle durante dos o tres años las cualidades que gente como Alessandro Manetti han visto en él. «Conduce de forma diferente y creemos que hay que intentarlo», explica Koldo.
Sin embargo, la F4 es un cambio drástico. No sólo por la velocidad (se pasa del máximo de 140 kilómetros por hora de un kart a los 220). Los Moar necesitan un patrocinador para que Urbeltz entre en una escuadra de F4 que ofrezca vehículo, mecánicos, ingeniero, telemetrista... Hasta ahora, viviendo a caballo entre Mungia y Sopuerta, donde la familia tiene un agroturismo, los padres han financiado la aventura de su hijo sin pedir ayuda a nadie. Y todo el mundo ha aportado su granito de arena.
Los profesores del centro educativo de Castro donde estudia ayudan a Urbeltz con los exámenes, y él compagina las clases con las sesiones diarias con un preparador físico de la localidad cántabra. Cuando explica todos esos detalles, al muchacho le delatan las ideas claras. «He conocido a Fernando Alonso y me parece un tío de lo más normal», comenta. «Igual que De la Rosa, Efrén Vázquez y Dani Sordo. Son personas normales y a la vez centradas. Esto último es fundamental. A mí no se me hace raro porque llevo así desde pequeño. Es una cosa más».
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