Mikel Fernández pone su sello en el taekwondo continental

Quizás sea mucho decir que ha nacido una estrella del taekwondo con solo 16 años. A tenor de la trayectoria del vitoriano Mikel Fernández, hay indicios para pensar que su talento ha encontrado en este deporte el mejor camino «del puño y la patada», traducción del término que define el arte marcial nacido en Corea del Sur en 1955 de la mano del general Choi Hong Hi. Con un físico arrebatador (193 centímetros), el pupilo del Do Chang puso todo para llevarse la medalla de plata en el pasado campeonato de Europa junior celebrado en Bosnia.

Cinco combates después, tras superar a rivales de Armenia, Francia, Moldavia y Ucrania, sucumbió ante el representante turco con todo ganado para perder en el punto de oro. «Me sabe a oro. Ha sido un Europeo muy duro», reconoce desde su segunda casa, el gimnasio, donde han sabido exprimir sus virtudes. «Me aconsejan que explote las cosas que sé hacer bien, que imponga mi físico y que lo aplique en cada combate».

Quiso jugar al fútbol, pero desde los 4 años practica esta modalidad, siguiendo la estela de su hermano Jon. Son tres años de diferencia, Mikel es aún junior y su hermano mayor, sénior. Su modelo y referente puede ser dentro de un par de años su rival. Ambos saborean con calma los éxitos: Mikel ha puesto la guinda a la temporada tras proclamarse campeón de España y lograr el oro en el Open de Holanda; y Jon también fue campeón cadete en 2016. Como deporte olímpico, los sueños revolotean en la cabeza. «Si llegara la oportunidad de irme a un centro de alto rendimiento, lo haría, pero ahora mismo disfruto compitiendo», confiesa con franqueza el subcampeón de Europa.

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