Un viejo Mike Tyson, que no paraba de morder su guante, recibe una paliza del youtuber multimillonario Jake Paul

El esperado duelo entre Mike Tyson y Jake Paul se ha librado en la madrugada de este sábado en Texas, con malos resultados para el excampeón de los pesos pesados. Tyson, de 58 años, cayó ante su rival, el youtuber multimillonario 31 años menor que él. El regreso de la leyenda del boxeo al ring tuvo un sabor amargo para para 72.000 de espectadores que siguieron el combate en el AT&T Stadium de Arlington de Texas y los millones que lo hicieron a través de Netflix.

Tyson, que sembraba el terror en los cuadriláteros en la década de los 80 con su mera presencia, apenas pudo protegerse de los golpes de Paul, durante los ocho asaltos que duró el combate. La derrota fue rotunda, para decepción de los seguidores de Tyson, que consideraron que la pelea no estuvo a la altura de las expectativas.

Durante el duelo, se pudo ver en varias ocasiones cómo 'Iron Mike' se mordía el guante con frecuencia. Preguntado por la cuestión cuando finalizó el combate, explicó entre risas: «Tengo la costumbre de morderme los guantes, tengo una fijación con las mordeduras», respondió. Una frase que recuerda uno de sus episodios más célebres, cuando le mordió la oreja a Holyfield en 1997.

Antes de la celebración, varios críticos apuntaron que 'Iron Mike' no debería competir, recordando que Tyson ya sufrió en mayo un «brote de úlcera» durante un vuelo, lo que obligó entonces a posponer la pelea. El excampeón de los pesos pesados desdeñó a sus opositores pero, una vez subido al ring, apenas pudo defenderse de los ataques de Jake, una figura popular en las redes sociales que en 2020 comenzó una carrera boxística en la que suma 11 victorias en 12 combates.

Paul explotó su mayor agilidad y velocidad de piernas hasta imponerse claramente en las tres tarjetas: 80-72, 79-73 y 79-73. El excampeón se mantuvo firme en defensa pero apenas conectó un total de 18 golpes de los 97 lanzados, por los 78 de 278 de su rival. Aunque lo puso contra las cuerdas en el tercer asalto, Paul no logró el nocáut que había prometido el jueves, cuando su envejecido rival le asestó una bofetada durante la ceremonia de pesaje.

En la cuenta atrás del octavo asalto, todos a dos minutos, Paul se permitió hacerle una reverencia de respeto a 'Iron Mike' antes de que sonara la última campana. «Ante todo, Mike Tyson, es un gran honor. Un aplauso para Mike», declaró Paul después de abrazar a su oponente tras su victoria. «Es el más grande de todos los tiempos, es una leyenda. Me siento inspirado por él y no estaríamos aquí hoy sin él. Este hombre es un ícono y es un honor poder pelear con él», afirmó.

Tyson, por su parte, se mostró satisfecho con su actuación a pesar de la inapelable derrota. «Vine a pelear», aseguró. «No demostré nada a nadie, sólo a mí mismo... Estoy contento con lo que puedo hacer». 'Iron Mike' peleó con una protección en la rodilla derecha, pero dijo que no afectó a su rendimiento. «No puedo utilizar eso como excusa. Si lo hiciera no estaría aquí», dijo. Paul «es un boxeador muy bueno», le reconoció Tyson, que se negó a descartar la posibilidad de que vuelva a pelear.

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