Álava dispara su pasión por las armas de época

Y es que el certamen, que concluirá esta tarde, presenta un gran elenco de deportistas. Además de la presencia del veterano alavés, la cita cuenta con otros atractivos como Enrique Martínez, varias veces campeón de España, Nunci Rodríguez (74 años), hexacampeona del mundo con 74 años o la vizcaína Ana Isabel Martínez, campeona de España y de Europa. «Hay gente muy buena y con mucho nivel. España es el segundo o tercer país que más medallas consigue en los Mundiales y se nota », señala. En su caso, Ana Isabel se animó a iniciarse con el tiro olímpico hace nueve años gracias a su pareja. «Mi marido empezó hace más de una década y le acompañaba a las competiciones. Comencé a participar, se me metió la pólvora negra en las venas y me piqué», señala entre risas.

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Aunque el principal reclamo para los espectadores que se han acercado a las instalaciones ubicadas en el término municipal de Zuazo fueron las armas que portaban sus participantes. Unos artilugios que pueden llegar a costar 12.000 euros, con los que sus participantes no sólo compiten, sino que también esconden detrás grandes historias. «Hay originales, que datan de los siglos XVIII o XIX, y réplicas. De estas últimas nosotros nos lo fabricamos todo. Con unas turquesas fundimos la puntas de plomo y nos hacemos los pesos exactos. Te mamas todo de estas armas para poder exprimirla al 100%. El éxito depende única y exclusivamente de ti», comenta De la Iglesia, que argumenta «que lo único que se compra es la pólvora». «Para nosotros no es un trabajo, sino una afición. Estamos contentos porque muchos aficionados que se han acercado nos han dicho que tenemos muy buenas instalaciones. Ojalá en 2026 podamos volver a albergarlo», desea Fernando Lavilla, presidente de la Federación Alavesa de Tiro.

Este organismo cuenta actualmente en sus filas con 620 integrantes. Sin embargo, más allá de ser una disciplina minoritaria y bastante desconocida, el tiro olímpico cuenta con mucho estigma en la sociedad. Por ello, Lavilla anima a que la gente lo pruebe para conocer mejor este deporte. «Es uno de los grandes desconocidos y un deporte como otro cualquiera. Muchos cuando escuchan el término 'campo de tiro' se imaginan a todos los asistentes vestidos de la misma manera y haciendo flexiones. Luego cuando vienen se sorprenden con lo que ven y el entorno que hay», resalta.

Por ello, la Federación Alavesa organiza una jornada de puertas abiertas y de demostración en sus instalaciones. Una iniciativa con la que atraer a futuros campeones y campeonas desde cortas edades a diferencia de De la Iglesia. «A mi hijo de 40 años nunca le había gustado esto y de repente se compró una pistola de aire. Ya podía haber empezado antes», lamentaba en medio de una continua lluvia de pólvora que descargaban auténticas reliquias.