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Zhiying Zeng -más conocida como Tania Zeng- cumplía 58 años pocos días antes de competir por primera vez en los Juegos Olímpicos de París. La deportista profesional de tenis de mesa es china, pero busca una medalla para Chile, donde vive desde hace más de 35 años.
Zeng vendía muebles en la ciudad de Iquique y aprendió a jugar al ping-pong de muy pequeña gracias a su madre, que era entrenadora de tenis de mesa. A pesar de competir oficialmente desde hace tan solo cuatro años, cuenta con el respaldo y el cariño de la comunidad chilena, que quiere ver cómo cumple su sueño.
En París, la palista china-chilena es una de las atletas más longevas, y muchos la confunden con los entrenadores y el resto del personal que acompaña a los deportistas. Por eso, en la Villa Olímpica, se ha visto obligada a dar más de una explicación porque «soy un poco vieja, pero soy atleta», declara. «A veces me dicen 'lo siento, esto es para los atletas, no para los entrenadores', y yo les enseño mi credencial y les digo, 'perdón, ¡yo soy atleta! ¡cuidado!'», cuenta.
Para Tania esto se queda en anécdota, ya que se siente «muy especial» entre tantos jóvenes. «Me muevo en bici, voy a tomar helado con mis compañeros. Me pongo a pensar en lo bueno que habría sido tener esto antes».
La deportista no ha tenido suerte en estos Juegos y ha caído ante la libanesa de 46 años Mariana Sahakian. Ha querido agradecer todo el apoyo que ha recibido con un bonito mensaje en Instagram: «En la vida tenemos que luchar por las cosas que nos gustan. A pelear, porque siempre lo vas a lograr».
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