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Juegos Olímpicos de Tokyo

Una jornada para olvidar: Lydia Valentín, Orlando Ortega y las Guerreras regresan a casa

La levantadora de peso y el vallista renunciar por lesión y las jugadoras de balonmano vuelven a perder y ya han emprendido el viaje de vuelta

Pio García / Igor barcia / eloy de la pisa

Lunes, 2 de agosto 2021, 15:40

Los Juegos Olímpicos no dan margen. Del éxito al fracaso puede transscurrir una décima de segundo. Un lesión no da tiempo para la recuperación, un error en la salida de una prueba supone la eliminación y el adiós a cinco años de trabajo... La de hoy lunes ha sido una de esas jornadas para olvidar. Lydia Valentín llegó a Tokio consciente del alto precio de las medallas al competir en una categoría superior a la suya. Sin embargo, pese a la dificultad de la empresa, una lesión de cadera le ha impedido intentarlo y el dolor le ha obligado a renunciar a los dos últimos intentos de levantar el peso. Algo parecido le ha pasado al subcampeón olímpico de vallas Orlando Ortega. Luchó con todas sus fuerzas para superar una dolencia en un pie y llegar a tiempo a los Juegos, y una nueva lesión le ha obligado a volver a casa sin haber competido. Llegaban con un sueño. Subir al podio. Comenzaron con buen pie, pero han ido de más a menos y se han acabado estrellando. Perdieron contra Hungría el fin de semana y este lunes han caído frente al Comité Olímpico ruso. Su suerte dependía de una carambola. Que Hungría perdiera. No ha sido posible y las Guerreras ya están de vuelta. Este martes, sin embargo, puede ser un gran día. Se esperan medallas en vela, la selección de fútbol puede asegurarse una medalla...

Ya piensa en París 2024

Lesionada en la cadera, Lydia Valentín dice adiós a Tokio y ya piensa en París

Competía en una categoría que no era la suya (87 kilos) y con problemas en la cadera. Lleva días sin entrenar bien y le tuvieron que infiltrar en la villa olímpica para que al menos compitiera sin dolores. Y sin embargo hoy, en los primeros momentos de su concurso, parecía que volvía la Lydia dominadora, liderando sin problemas su grupo y levantando las pesas con una sencillez inaccesible para sus cuatro rivales de la mañana. En arrancada logró situarse en cabeza de su grupo, con 103 kilos, por delante de la coreana Yeounhee Kang, que necesitó un intento más para alzar ese peso.

El problema llegó en la segunda parte del certamen, el levantamiento en dos tiempos. Lidia completó su primer intento sin aparentes dificultades y alzó limpiamente 122 kilos. Pero ya no volvió a salir al imponente escenario del Forum Internacional de Tokio. Minutos después, en la zona mixta, explicó que en ese momento notó que algo no marchaba bien y que entendió que era mejor parar: «Ya lo había notado en la arrancada, pero ese instante fue definitivo. No me encontraba físicamente bien y tampoco iba a variar mucho el resultado. Tenía bastante dolor y decidí no salir. Ahora solo quiero recuperarme al cien por cien», indicó.

La coreana aprovechó la ausencia de Lidia para colocarse en cabeza del grupo B en su tercer intento, al conseguir levantar 128 kilos. La leonesa queda segunda, pero a falta de que compitan dentro de unas horas las ocho integrantes del grupo A, sus pesos de inicio ya aventuran resultados superiores al obtenido por ella, que anunciaba su deseo de participar en los Juegos Olímpicos de París, dentro de tres años, para quitarse el mal sabor de boca. «Quiero competir en mi categoría de peso y me gustaría despedirme en unos Juegos sin todo lo que ha pasado en el último año», anunció la leonesa, que cargó contra la Federación Internacional de Halterofilia por haber hecho «lo que le ha dado gana»: «Eso no es bueno para el deportista. Que yo no haya podido venir en mi categoría de peso con el ciclo olímpico que había hecho no me parece justo». Valentín se refería a que para venir a Tokio se ha visto obligada a subir a una categoría superior (ella suele competir en 76 kilos) ya que no pudo participar el Campeonato de Europa por una gastroenteritis. «Quiero estar en los Juegos como yo soy y dar el máximo. Y hoy me quedo con una sensación muy rara. No me quiero despedir así», zanjó.

En un entrenamiento

Nuevo mazazo para Orlando Ortega: una lesión le aparta de los Juegos

Orlando Ortega no podrá competir en Tokio y soñar con estar en el podio como hace cinco años en Río, cuando fue plata. El vallista ha renunciado a competir al caer lesionado en uno de los últimos entrenamientos de cara a su estreno en las series de 110 metros vallas, programado para mañana. El anuncio oficial lo ha hecho hace unos minutos la Federación Española de Atletismo, quien ha explicado que «una lesión aparta a Orlando Ortega de Tokio 2020. Ortega nos ha pedido máximo respeto y comprensión en estos momentos tan difíciles para él». Después, ha sido el propio vallista el que ha enviado un mensaje desde la Villa Olímpica, donde ha dado las gracias por los mensajes de apoyo. «Ha sido una pena lo sucedido, esta pequeña rotura en los isquios que me impide competir en los Juegos, pero seguiremos intentándolo, seguiremos trabajando», ha declarado Ortega.

Un golpe muy duro teniendo en cuenta que el vallista sufrió mucho en los últimos meses con un problema en el pie que estuvo a punto de apartarle de los Juegos. Tras golpear varias vallas en la reunión invernal de Dortmund, el pasado 7 de febrero, se le produjo una dolencia denominada síndrome de Morton, que le irritaba uno de los nervios del pie al punto de complicarle cada sesión por los dolores a la hora de realizar los apoyos. Pero tras localizar su problema y ponerle tratamiento, su empeño en seguir adelante le permitió recuperarse a tiempo y aunque llegaba un poco justo de forma, de Orlando Ortega se podía esperar lo mejor en una gran cita gracias a su capacidad competitiva.

La lesión, tal y como ha explicado el vallista en el vídeo de agradecimiento, ha sido una pequeña rotura de fibras en los isquiotibiales, suficiente como para impedirle participar en una competición de 110 metros vallas cuya primera ronda comienza mañana y donde Ortega no podrá defender esa medalla de plata que logró en los Juegos de Río'16.

Se da la circunstancia de que en la primera jornada, otro atleta destacado de la selección española como Fernando Carro se quedó fuera de los 3.000 metros obstáculos tras tres vueltas por un problema en los isquiotibiales sufrido ya en suelo japonés y que derivó finalmente en rotura.

De más a menos hasta decepcionar

Las Guerreras pierden por sus imprecisiones y se van de Tokio

Las Guerreras se han ido. No en espíritu, pero sí en juego, en concentración, en intensidad defensiva. Del equipo que maravilló ante Francia y se sobrepuso ante Brasil queda poco. La derrota ante Hungría del sábado fue un mazazo del que no se han recuperado. De la precisión se ha pasado a los errores y las pérdidas. La velocidad se ha transmutado en movimientos tardíos y el cansancio ha eliminado la frescura ofensiva. Demasiados obstáculos. Tantos que Hungría, que va claramente hacia arriba, no los desaprovechó, ganó a las suecas y dejó a las españolas compuestas y sin cuartos de final. Vuelta a casa de la peor manera posible: eliminadas porque no se supo hacer bien el trabajo.

Empezó mal, como casi siempre, el combinado español. Sin defensa, sin portería, con muchas dudas en ataque y con imprecisiones constantes. Un escenario que era jauja para las rusas. Un equipo grande, que tiene problemas ante las circulaciones rápidas del rival y que se mueve muy bien contra defensas hundidas. Y las Guerreras les dieron todo lo que querían. Aquello iba camino del desastre.

Carlos Viver optó entonces por el plan B: defensa mucho más abierta, a riesgo de que la pivote se encontrara con situaciones de ventaja. Pero ganar profundidad permitía elevar las opciones de robar balón o de provocar el fallo de las rusas. Oye, tal cual. De seis abajo se pasó a uno por detrás en el descanso. Más extremos, más combinación, más portería, esos fueron los tres elementos de la medicina.

España

Silvia Navarro y Merche Castellanos. Marta López (7), Carmen Martín (3), Eli Cesáreo, Jénifer Gutiérrez (1), Nerea Pena (6), Lara González (2), Sole López, Alicia Fernández (3), Almudena Rodríguez (4), Ainhoa Hernánez, Paula Arcos (2), y Sandy Cabral (3).

31

-

34

COR

Sedoykina y Kalinina (1). Kuznetsova (4), Gorshkova, Dmitrieva (5), Sen (2), Vyakhireva (7), Vedekhina (2), Bobrovnikova (1), Makeeva (4), Fomina (1), Ilina (4), Managarova (3) y Skorobogatchenko.

  • Marcador cada cinco minutos: 3-5, 6-8, 8-10, 10-16, 13-17, 17-18 -descanso- 19-21, 20-25, 21-27, 26-30, 27-33 y 31-34.

  • Árbitros: Los daneses Handsen y Madsen. Compensadores y con un extraño criterio para señalar faltas en seis metros.

Un fármaco que continuaron aplicando en la reanudación, hasta que las pérdidas, las malditas pérdidas, rompieron la confianza del grupo y con ello abrieron la puerta a las rusas para que empezaran a aplastar al equipo español. Las ayudas en defensa o llegaban tarde o directamente no llegaban. Y las Guerreras se fueron deshaciendo como un azucarillo conscientes de que el partido que había que ganar o empatar se iba a perder pese a anotar 30 goles por primera vez en el torneo. Una de esas paradojas del deporte.

La derrota implicaba que si Hungría derrotaba a Suecia, ya clasificada como primera de grupo, España estaría fuera de los cuartos de final. Un extremo que finalmente se ha cumplido, por lo que Tokio 2020 ya es historia para las Guerreras.

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