Rahm viaja del chasco de Augusta a las ilusiones de Australia

No les fue tampoco nada bien a otros ases tan prestigiosos como Patrick Cantlay, Rory McIlroy y Brooks Koepka, por citar algunos, pero Rahm, en su caso, defendía título y era evidente que sería examinado a fondo por su reciente renuncia a la gira tradicional del PGA estadounidense y su abrazo al campeonato surgido en Oriente Próximo. En realidad, Rahm nunca pareció él mismo en esos cuatro días, con un principio ya pesimista y con dificultades para pasar el corte, cuando casi siempre se ha caracterizado como un jugador que pocas veces pierde de vista la cabeza de cualquier competición.

El vizcaíno vuelve a la gira árabe para reencontrarse con su mejor juego, pero también con el anhelo de alzar el primer trofeo de la temporada. Aunque no ha saboreado la victoria, es el único golfista que ha terminado entre los diez primeros en los cinco torneos anteriores y ocupa la segunda posición en la clasificación global. Tiene 73,42 puntos y el líder, el chileno Joaquín Niemann, ganador en Mayakoba (México) y Yeda (Arabia Saudí), 105,50. El sistema de calificación de la liga saudí otorga 40 puntos al vencedor de una competición, por lo que en caso de triunfo en Australia, y con el sudamericano alejado al final de los 54 hoyos, el de Barrika cimentaría la pista de despegue hacia la corona individual en el presente curso.

Rahm retorna a su nueva casa después de los sinsabores del primer 'major' del curso, el que había conquistado en 2023 y que le catapultó definitivamente a la élite del golf mundial, más allá de la situación coyuntural en el ranking internacional. En Augusta se encontró con «hostilidades» por parte de algunos golfistas que desaprueban su mudanza del PGA al LIV. «Lo esperaba. Si alguien cambia su opinión sobre mí es más problema suyo que mío. No me afecta ni hace comerme la cabeza. Mis amigos siguen siendo mis amigos», manifestó el vizcaíno en Augusta. Aun así, los aires del sur de Australia le pueden ayudar a encontrar el tono adecuado y, si fuese necesario, olvidar rencillas.

El vizcaíno arranca en Adelaida en la madrugada de este viernes (3.30 horas) en el partido compartido con Sergio García y el australiano Cameron Smith. Además de sus objetivos particulares, al capitán de Legión XIII se le presenta el gran estímulo de escalar con su cuarteto en clasificación por equipos, tras imponerse en Mayakoba y Miami, para acortar la desventaja con los líderes, los Crushers de Bryson DeChambeau, muy destacado en la primera jornada del pasado Masters y con la sexta plaza como resultado final.

Mientras no llegan noticias de una deseada convivencia entre las ligas del PGAy LIV, Rahm se ha bajado del podio de la Orden de Mérito mundial. Simplemente, ya no puntúa en el escalafón internacional por el veto de castigo aplicado a quienes hicieron las maletas para trasladarse al reclamo árabe. Es cuarto en el ranking mientras Scheffler sigue imperturbable en el número uno. El estadounidense devora todo lo que se le pone por delante. Ha ganado este año el Arnold Palmer, The Players, el Masters y el RBC Heritage, una cosecha digna del mejor Tiger Woods. Posee 15.0135 puntos en el ranking, por los 7.3642 de McIlroy (2º) y los 6.1647 del cautivo Rahm (4º). El tirano americano respira más tranquilo cuando ya no ve el nombre del vizcaíno, antaño su principal rival, en las parrillas de salida.