El Sestao River obtiene un valioso punto en su estreno en Primera Federación

El Sestao River visitaba una auténtica caldera como el Reina Sofía a sabiendas de que sumar algún punto sería todo un reto. Más si cabe con una defensa muy huérfana, castigada por varias bajas. No obstante, la escuadra verdinegra realizó todo un ejercicio de entereza y resistencia para frenar las embestidas de Unionistas y obtener un valioso empate a cero en su estreno en Primera Federación. La zaga estuvo sublime repeliendo todos los ataques de los locales y eso permitió a los sestaotarras darse la primera pequeña alegría en esta nueva andadura por la tercera categoría nacional.

Aitor Calle tuvo que inventarse una defensa improvisada con algunos jugadores fuera de su sitio y un sistema que parecía permutar entre un 4-4-2 y un 3-5-2. Todo ello por las bajas por lesión de Gaizka Martínez, Adrián León y Álex Carbonell, además de la sanción de Markel Etxeberria. Llegaban muy tocados en esa primera línea, pero aún así los sestaotarras supieron plantar cara a los locales durante la primera mitad en un ruidoso Reina Sofía, donde ambas aficiones no pararon de alentar a los suyos.

Unionistas fue ligeramente superior en los primeros compases. Fue quien llevó el peso del encuentro y quién gozó de las principales ocasiones de peligro. La primera y más clara del primer tiempo estuvo en la cabeza de Jon Rojo, cuyo remate se marchó alto cuando Puig estaba ya vencido a los doce minutos de juego. Mario Losada también gozó de una buena oportunidad de estrenar el marcador con un disparo casi desde el área pequeña que se fue por encima del travesaño.

A pesar de ello, el Sestao River no desistía y estuvo a punto de irse por delante justo antes del descanso gracias a una gran acción individual de Leandro. El ariete de Colindres se zafó de su marcador y conectó un potente zapatazo que obligó a realizar una estirada a Cacharrón para evitar el tanto. Les tocaba partir de cero en la segunda mitad y el guion fue el mismo. El cuadro charro dominaba por completo el duelo, mientras que los verdinegros resistían bien el chaparrón constante de centros al área.

Tanta fue la fortaleza los sestaotarras en su propia área que ninguno de esos envíos inquietó a Puig. Los salmantinos no hacían daño a pesar de sus números intentos por llevarse el triunfo. Todo lo repelía la zaga visitante. Los de Aitor Calle sabían de la importancia de poder sacar un punto en un estadio tan exigente y se agazaparon a la vez que interrumpían el juego siempre que podían para detener el ritmo de los charros y dejar pasar los minutos. Les funcionó y pudieron obtener un empate que sabe a gloria.

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