El Amorebieta pierde al último de sus baluartes

«Querido Amorebieta. Después de cinco temporadas increíbles en las que he tenido el honor de vestir la camiseta del equipo, ha llegado el momento de decir adiós», comienza la misiva que ha publicado Unai Marino en sus redes sociales a modo de despedida. Una carta abierta llena de agradecimientos «a todos los que han hecho posible esta etapa tan especial de mi carrera», comenzando por Asier Goiria, quien le llamó a filas en el mercado de invierno de la 20/21, «cuya confianza en mi fue fundamental para que yo firmara por el club».

El de Ondarroa también tiene palabras para los distintos técnicos que han ido pasando por el banquillo azul en estas cinco temporadas, «Iñigo, Haritz, Jandro, Julen y Natxo» porque «cada uno de ellos ha aportado su granito de arena en mi crecimiento como jugador y como persona». Igualmente, Unai Marino señala que «no me puedo olvidar de todos los compañeros que he tenido a lo largo de este viaje». «Los buenos momentos vividos en el campo y fuera de él son recuerdos que llevaré siempre conmigo», apunta.

Y entre esos recuerdos, no podían faltar de ningún modo «los dos ascensos históricos a Segunda División», a los que define como «momentos que siempre recordará con gran emoción». «Estos logros no solo han sido un sueño hecho realidad para mí, sino también para todo el club», valora Marino.

«A todos los aficionados y compañeros con los que he compartido estos años, les doy las gracias por su apoyo incondicional y por hacer de cada partido una experiencia inolvidable. Gracias por hacerme sentir parte de esta familia», reseña el ya exportero del Amorebieta.

Atrás quedan cinco temporadas en las que Unai Marino ha adquirido diversos roles, muchas veces en un discreto segundo plano, pero siempre siendo un ejemplo de buen compañero de vestuario. Un tiempo en el que el de Ondarroa ha defendido la portería del Amorebieta en 51 ocasiones, once de ellas en Segunda División.