Los peores rivales posibles para España: Francia, Portugal y la República de Irlanda
La Roja podría quedar encuadrada con el vigente campeón mundial, la campeona de Europa y un conjunto cuya fuerza residiría en su empuje como anfitrión y en una afición que hizo popular el 'Will Grigg's on Fire'
En apenas unas horas, a las seis de esta tarde, La Roja conocerá a sus rivales para la Eurocopa del año que viene, la que será histórica por disputarse en doce sedes en un guiño que Michel Platini quiso hacer al 60º aniversario de la UEFA, y por el hecho de que la selección regresará a San Mamés 53 años después. Aquella última vez fue el 31 de mayo de 1967. La selección dirigida entonces por Domingo Balmanya, que contaba con Iribar como guardián de la portería, se midió a Turquía en encuentro clasificatorio para el torneo continental que se disputaría en Italia en 1968. La entonces campeona se impuso a Turquía por 2-0 en la vieja Catedral con goles de Grosso y Gento. Hasta entonces, el conjunto nacional solo había disputado cinco partidos en Bilbao con un balance de tres victorias y dos empates. Este verano, por su condición de anfitriona y de cabeza de serie ganada a lo largo de la clasificación, disputará otros tres encuadrada en el grupo E.
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Los bombos del sorteo
Puestos a hacer un ejercicio de fútbol ficción, una mirada a los bombos del sorteo permite dibujar un escenario que difícilmente podría ser más exigente. Y es que cabe la posibilidad de que los hombres dirigidos por Luis Enrique se enfrenten a Francia, vigente campeona mundial; Portugal, que defiende el título logrado precisamente ante los galos en París hace cuatro años, y a la República de Irlanda, que no es campeona de nada pero que a su tradicional empuje le une su condición de coanfitriona del grupo, lo que le permitirá que disputen dos de los tres partidos del grupo en su feudo, el espectacular Dublin Arena. ¿Recuerdan el 'Will Grigg's on Fire'?
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Francia: campeona mundial y Mbappé
'Les Bleus' acuden al torneo con la intención de reafirmar su hegemonía en el fútbol mundial. Su victoria hace dos años en la Copa del Mundo de Rusia situó al fútbol galo de nuevo en la cúspide, como ya ocurriera exactamente 20 años atrás, cuando comandados por Zinedine Zidane, vapulearon a la Brasil de Ronaldo en la final de aquel Mundial. Dos décadas después, el capitán de aquel equipo, Didier Deschamps, buscará continuar con su carrera de éxitos al mando de la selección gala. Desde que tomara las riendas en 2012 ha llevado a Francia al subcampeonato en la Eurocopa disputada hace cuatro años, cuando solo Portugal pudo sorprender al anfitrión del torneo, y, sobre todo, al mencionado título mundial en 2018, el segundo en unas vitrinas en las que también se cuentan dos Eurocopas (1984 y 2000).
El que fuera jugador de la Juventus, Monaco, Chelsea o Valencia cuenta con un plantel envidiable en todas sus líneas. En la portería, aunque no tenga el nombre de otros guardametas como Oblak, Ter Stegen o Courtois, el ahora lesionado Hugo Lloris cuenta con toda la confianza de su seleccionador. En defensa, la gran referencia es el madridista Varane, que deberá encontrar un acompañante de garantías tras las dudas que despierte el barcelonista Umtiti. Para el centro del campo, el incansable N'Golo Kanté seguirá siendo indispensable con un despliegue físico que no admite comparación. Junto a él podrían estar el bético Fekir, el colchonero Lemar o el juventino Mautidi. El talento queda reservado especialmente para la delantera, con un Griezmann que tiene una calidad incuestionable a pesar de no haberse adaptado por el momento al fútbol del Barcelona, y especialmente Kylian Mbappé, que se postula como el sucesor de Messi y Cristiano Ronaldo en el trono del fútbol mundial. Potencia, velocidad y fútbol en un jugador que no se veía desde el Ronaldo brasileño. Y solo tiene 20 años. Un detalle más habla del potencial 'blue': todo ello, sin Benzema por decisión técnica.
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Portugal: Cristiano, a revalidar el título
Si Francia es la vigente campeona mundial, Portugal lo es de Europa. Desde que Cristiano Ronaldo irrumpiera en el fútbol mundial, los lusos dieron un salto indiscutible en la grandes competiciones. La leyenda de Eusebio, la 'pantera negra', quedó atrás gracias a la ambición del ahora jugador de la Juventus. Subcampeón como anfitrión en la Eurocopa de 2004, en los últimos años y de la mano de Fernando Santos como técnico, los lusos han conseguido una solidez que les ha llevado a llevarse el título europeo en 2016 con el recordado gol de Eder ante Francia y a imponerse en la primera edición de la National League tras batir a Holanda. No son brillantes, pero ganan.
La solidez de Portugal empieza desde la portería. Rui Patricio es un caso un tanto similar al de Lloris con Francia: no tiene el nombre de otros, pero es indiscutible. Bien armados atrás, el gran peligro viene más adelante con nombres del calibre de Bernardo Silva, clave en el City de Guardiola; Joao Mountinho, ahora en el Wolverhampton; Bruno Fernandes, que en el Sporting de Lisboa se ha convertido en uno de los medios ofensivos con más gol de Europa; el valencianista Guedes -si supera sus lesiones- o el rojiblanco Joao Felix, el último gran talento surgido de una cantera inagotable. Queda, por supuesto, Cristiano Ronaldo. A sus 34 años, el futbolista de la Juventus no presenta los números de antaño en su club, pero con la selección no falla. Once tantos ha anotado en la fase de clasificación y tiene cada vez más cerca la marca del iraní Ali Daei como máximo goleador mundial a nivel de selecciones. 109 goles anotó este por los 99 que suma el de Madeira. Otra amenaza de primer nivel.
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República de Irlanda: el peligro del otro anfitrión
El tercero de los rivales de España en la fase de grupos saldrá de unos de los cuatro playoffs que se disputarán a finales de marzo. En concreto, de lo que la UEFA ha denominado Ruta B. Los integrantes son Bosnia y Herzegovina, Eslovaquia, República de Irlanda e Irlanda del Norte. Por ranking, el más peligroso sería el segundo de ellos, pero hay una circunstancia que inclina la balanza hacia el tercero: como coanfitrión del grupo E junto a La Roja, la República de Irlanda disputará dos partidos -el que no le enfrente con los de Luis Enrique- en su feudo de Dublín. Una razón de peso en forma de un estadio con capacidad para 51.000 espectadores que elevarán sus opciones de poner dificultes a sus rivales
Desde el punto de vista futbolístico, los irlandeses no aparecen como un rival que haga temblar con solo oir su nombre. No es Alemania. Ni Brasil. Mick McCarthy no cuenta con nombres de renombre como Francia o Portugal. Recientemente, sí, contó Robbie Keane, su máximo goleador histórico con 68 goles en 146 partidos; el ex del United John O'Shea; o Damien Duff, aquel extremo zurdo pelirrojo que destacara en el Chelsea y en el Newcastle. Y, por su puesto, con Will Grigg, que se hizo leyenda en la edición de hace cuatro años pese a no jugar ni un solo minuto. El 'Will Grigg's on Fire' fue el himno de una selección que llegó a octavos de final. De lo aguerridos que son los irlandeses, una muestra: España solo pudo eliminarles en los penalties en los octavos de final del Mundial de 2002. La guinda para un 'grupo de la muerte'.