Anthony Edwards, número 1 del draft 2020 y compañero de Ricky Rubio en Minnesota

El draft 2020, celebrado de forma 'online' y 146 días después de su fecha original (25 de junio), ha sido considerado por los expertos como uno de los más descafeinados de los últimos años. No solo por la forma en la que se ha tenido que llevar a cabo, sino por la falta de un jugador al que se vaya a considerar como una estrella. Aunque de generaciones similares, como la de 2013, salieron jugadores como Giannis Antetokounmpo y Rudy Gobert.

Esta vez, el privilegio de ser el número 1 le ha correspondido a Anthony Edwards. A sus 19 años, el jugador de los Georgia Bulldogs acapara todos los focos y cargará con ese peso a la espalda. Tiene físico para sostenerlo. Veloz, explosivo y con mucha envergadura. Capaz de lanzar en parado o en movimiento, en su último verano de instituto firmó un 45% en triples. Con capacidad para crear juego desde la posición de base, se trata de un perfil parecido al de Donovan Mitchell. Tiene todo lo necesario para ser un anotador total, aunque deberá pulir su selección de tiro y esmerarse más en defensa.

La celebración telemática no le restó expectación ni emotividad al momento. Edwards presenció la gala desde su casa rodeado de los retratos de su madre y abuela, ambas fallecidas cuando el joven tenía 14 años. Sus respectivos decesos, ambos en día 5, igual que su fecha de su nacimiento (5 de agosto del 2001), son la explicación a su dorsal.

Tras la primera selección, fue el turno de los Golden State Warriors, que tomaron una decisión arriesgada. Se decantaron por el pívot de 2'16 metros, James Wiseman, a pesar de haber disputado únicamente tres partidos en el último año, en los que promedió un doble-doble. Su capacidad para brillar sin entrar mucho en contacto con el balón y su potencia en la zona encajan en el equipo de la bahía de San Francisco, que ahora tiene otra preocupación seria después de que Klay Thompson sufriera una rotura del tendón de Aquilesque le va a llevar a perderse otra temporada al completo.

Relegado a la posición número tres quedó LaMelo Ball, el hijo pequeño del excéntrico padre. Tras haber dado una vuelta al mundo, con su infructuosa etapa en Lituania, aterriza en la NBA después de madurar en Australia hasta el punto de ser uno de los favoritos al número 1. Tiene un talento innato, con un manejo de balón espectacular y una buena visión de juego. Un base diferente, que supera los dos metros de altura, pero que deberá ganar volumen muscular para soportar los contactos de la NBA.

Una de las novedades de la elección de jóvenes de este año es que no se produjo el traspaso de ninguno de los primeros seleccionados, decisiones que siempre solían traer cola. El único intercambio sonado fue el que llevaron a cabo los Thunder. Se hicieron con el puesto 17, escogiendo al pívot serbio Aleksej Pokusevski (Olympiacos), a cambio de los 'picks' 25 y 28 y de enviar a Ricky Rubio a Minnesota tan solo tres días más tarde de llegar a Oklahoma City y mostrar su descontento.

El base catalán vuelve a la franquicia que le seleccionó en el draft de 2009 y con la que vivió sus primeras seis temporadas en la NBA. Se reencontrará con Ryan Saunders, un entrenador con el que tiene una gran relación personal, y estará rodeado por D'Angelo Russell, Karl-Anthony Towns y el nuevo número 1 del draft, Anthony Edwards.

La fase de preparación del draft se vio alterada ante la imposibilidad de realizar entrenamientos individuales. La suspensión tiene su importancia especialmente para los jugadores internacionales, con menos seguimiento por jugar fuera de los Estados Unidos y sin la oportunidad de demostrar su talento in situ. Esa incertidumbre provocó que muchas de las figuras emergentes europeas retiraran su nombre a última hora, como Sergi Martínez (Barcelona), Joel Parra (Joventut), Rokas Jokubaitis (Zalgiris) o los baskonistas Miguel González, Arturs Kurucs y Sander Raieste, aunque la tendencia es cada vez mayor a seleccionar a jugadores de fuera del continente americano.

En 13 de las 60 rondas, aparece un jugador internacional. Especial protagonismo para Nigeria, con tres selecciones (Precious Achiuwa, Udoka Azubuike y Jordan Nwora) y un baloncesto emergente. De los europeos, el primer elegido fue el base francés Killian Hayes (Ratiopharm Ulm). Suyo fue el puesto número 7 (Detroit Pistons), con el que supera a Frank Ntilikina como el jugador galo seleccionado más arriba. Una sorpresa que su nombre fuera pronunciado antes que el de Deni Advija. Las predicciones apuntaban a que el alero israelí del Maccabi, sin todavía haber conseguido brillar en Euroliga, podría entrar en el top-5, pero finalmente fue escogido por los Wizards, en la novena posición.

También hizo historia el jugador del Barcelona Leandro Bolmaro. El base se convierte en el argentino elegido más alto en la historia del draft. Supera a Carlos Delfino (25) y también a Manu Ginóbili (57), al ser escogido en el puesto 23 por los Knicks, que inmediatamente lo traspasaron a Minnesota, el gran triunfador de la noche. Por la tarde, el jugador de 20 años publicó un vídeo en las redes sociales del Barça confirmando que completará la temporada en el conjunto azulgrana antes de dar el salto a la NBA, siguiendo el mismo camino que el que ahora podría ser su compañero, Ricky Rubio. El otro jugador de la ACB seleccionado fue el checo Vij Kerjci (Zaragoza), elegido en el puesto 37 por los Thunder a pesar de que se perderá toda la temporada por una lesión de rodilla.