El Barça liquida la ACB por derribo
Un imperial Mirotic sella el doblete doméstico blaugrana en el primer proyecto de un Sarunas Jasikevicius triunfal
Vista la rápida resolución del título doméstico cabe concluir que la Euroliga maneja el termómetro preciso. El frente continental eleva tanto el listón físico del ... juego, una tendencia al alza desde hace unas cuantas temporadas, que premió al Barça con el acceso a la final de Colonia mientras dejó al Madrid varado -con honor, eso sí- en el cruce de cuartos frente el campeón Efes. Así que la canasta actual reclama las tablas musculares de la ley sin las que el talento 'a secas' se queda corto. Tras el primer asalto por el cinto de la ACB flotaban en la atmósfera las impresiones de que el equipo catalán aguantaría un combate a cinco 'rounds' y que el Real habría de recurrir al exprimidor de sus fuerzas para conducir el desenlace al presunto 'tie break' del WiZink Center. Y la realidad se resume en una liquidación barcelonista de la ACB por derribo del adversario, un k.o. sin remedios paliativos.
Publicidad
Cuentan que existen las causas estructurales y las sobrevenidas. Y en este apartado último de la temporada, al conjunto del vitoriano Pablo Laso le ha mirado un tuerto con el ojo en la mano. Caben pocos debates acerca de la entereza integral con la que el bloque de Sarunas Jasikevicius ha alcanzado el epílogo de la campaña y, consecuentemente, de los jirones que su eterno rival se ha dejado en las ramas del camino. Prescindir de Campazzo y Deck a la fuerza más las lesiones de 'cuatros' tan relevantes como Randolph y Thompkins restaban veneno a la bífida lengua blanca. Las ausencias han desvirtuado el poder omnímodo del Madrid visitante hasta que la potentísima cilindrada adversaria ha acabado por gripar su ya maltrecho motor.
Set y título
Fin. El Barça aprovechó a medianoche su bola de juego, set, partido y título. ¿Para qué esperar más un plantel con especialistas del tiro como Higgins -mucho más que eso en este caso-, Kuric y Abrines, el cerebro y metrónomo de un ayer soberbio Calathes, la física cuántica de Bolmaro, Hanga y el 'prescindible' Claver e interiores del tipo Mirotic-Gasol-Davies? Pues eso. Ya en el primer capítulo de la entrega se comprobó que la buena labor blanca hasta el descanso a partir de su dominio en el rebote ofensivo apenas sostuvo el alud blaugrana a la vuelta de los vestuarios. Revoluciones iniciales frente al combustible diésel y fiero que dura tanto como las pilas del conocido anuncio.
Huelga la disputa si uno de los púgiles se siente muy por debajo del otro. Me refiero a que la energía y el ritmo mostraban a un bólido con la aguja de las revoluciones a punto de estallar contra un vehículo necesitado de su paso por boxes. Al grupo catalán la bastó el primer tiempo (48-28 al borde del descanso) para sentenciar por la vía del cloroformo una final exprés. La sapiencia superlativa de Calathes y un Mirotic acorde a su caché más la defensa asfixiante que ahogó al desnortado Madrid redujo la final a un formato de bolsillo. Saras devuelve al Barça al escaparate con el doblete de este año -seis campañas sin catar la Liga- y la final de Colonia.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión