Junior Robinson: «Nunca me han regalado nada, me he ganado todo lo que tengo»

-Van uno abajo y tienen la última posesión. ¿Qué pensó cuando cogió el rebote previo a su canasta ganadora?

-Quedaban 16 segundos y sólo pensaba que teníamos que ganar. Tenía claro que haría lo que hiciera falta para ganar. No pensaba en si tenía que ser yo el que metiese, pero quería buscar la forma de ganar. Eso es lo que hice.

-¿La del derbi fue una victoria especial para el equipo?

-Sí. Nos ganaron en pretemporada y queríamos la revancha. Luchamos muy duro y estuvimos bien en el rebote. Sabíamos que si trabajábamos podíamos ganar el partido.

-Cuatro triunfos en los últimos cinco partidos. Después del mal comienzo de temporada, ¿el equipo ha dado con la clave?

-Teníamos que aprender a jugar juntos. Nuestros primeros partidos fueron malos. Cuando lo hicimos, mejoramos en defensa y todo vino seguido.

-¿Es un problema que sea un grupo muy joven?

-No lo creo. Al final, el baloncesto es lo mismo para todos. La edad no importa, pero creo que la falta de experiencia, sí. Llevamos diez partidos juntos, estamos preparados.

-Antes del derbi ganaron su primer encuentro de la temporada en casa. ¿Qué importancia tiene haberse estrenado en Mendizorroza?

-Fue muy importante. Sabíamos que era nuestra casa y que los equipos venían y nos ganaban, algunos con facilidad. Teníamos que dar con la tecla y creo que lo hicimos. Peleamos para proteger nuestra cancha. No podemos permitir que vengan equipos y nos ganen.

-Tras esta racha, ¿el objetivo sigue siendo evitar el descenso?

-Nuestro objetivo es seguir luchando y jugando duro. Si damos todo lo que tenemos, los objetivos que nos planteamos son alcanzables a final de temporada. Sabemos lo que tenemos que hacer para conseguirlo.

-Es su primera experiencia profesional. ¿Cómo se siente?

-Me siento bien. Estaba algo preocupado al principio porque somos jóvenes y éramos pocos jugadores. El baloncesto profesional es diferente. Pero a la vez me siento muy bien, me encanta jugar al baloncesto.

-25,2 puntos por partido, el mejor de la categoría. ¿Esperaba este inicio?

-Sí y no. Sé de lo que soy capaz y lo que puedo hacer en la pista. He trabajado mucho para llegar aquí. Pero también es verdad que nunca sabes lo que puede pasar. Es mi primer año como profesional en otra parte del mundo. Es todo nuevo para mí.

-¿Por qué eligió el Araberri?

-Era una buena oportunidad venir a España porque es uno de los mejores países para jugar al baloncesto. Me llegó la oportunidad y no iba a rechazar la posibilidad de hacer lo que amo.

-¿Qué diferencias ve entre el baloncesto europeo y el americano?

-Hay muchas diferencias y muchas cosas parecidas. Hay aspectos del juego, como los bloqueos o el juego de pies, que son diferentes. Hay cosas que se pueden hacer en Europa y en América no, y viceversa. Hay muchas diferencias.

-¿Cómo definiría a su entrenador?

-Me encanta. Es un apasionado del juego. Quiere que luchemos. Nos da mucha libertad en ataque y en defensa. Es muy honesto con ello porque sabe lo buenos que podemos ser en ataque. Pero también quiere que seamos así en defensa. Me gusta jugar para él. Me encanta la pasión que muestra, se mete mucho en el juego. Hay veces incluso que hay que tranquilizarlo (risas). Pero eso es positivo, me gusta.

-Muchos destacan la relación especial que tienen Vitoria y el baloncesto. ¿Comparte esa sensación?

-Es una ciudad agradable. Desde que llegué paseaba por la calle y encontraba gente que me saludaba. Es una ciudad pequeña, pero la gente te muestra su apoyo. Me gusta eso.

-El pasado verano jugó la Summer League (liga de verano de la NBA). ¿Cómo fue la experiencia?

-Fue divertido. Me gustó ver cómo funciona la NBA y todo lo relacionado con ella. Puedes experimentar lo que ves por televisión. Fue muy interesante verlo, espero volver algún día.

-¿Dónde se ve jugando después del Araberri?

-No lo sé. ACB, Euroliga, NBA... Sólo sé que quiero seguir jugando al baloncesto, me da igual cómo y dónde.

-Pero la NBA es un sueño, ¿no?

-Sí, claro. Es un sueño que tengo desde que tenía cuatro años, cuando le dije a mi padre que quería jugar. Pero tengo que ser realista, muy pocos jugadores de mi estatura han llegado. Pero sigo teniendo ese sueño en mi mente.

-¿Su altura ha sido un problema para jugar al baloncesto?

-Nunca lo ha sido. Ha sido un problema para otros, no para mí. Puedo hacer lo mismo que jugadores más altos, incluso más cosas. Trabajo más duro que ellos. Nunca me han regalado nada, me he ganado todo lo que tengo. Quiero seguir trabajando así, no quiero que me regalen nada.

-Una curiosidad. ¿Cómo consigue hacer los mates?

-Lo hice por primera vez con 14 años. Hay parte de genética, claro. Desde pequeño lo intenté para conseguirlo. Es divertido.