«Hemos logrado una hazaña para Euskadi»

«Todavía estamos un poco en 'shock'». En el seno del Leioa Waterpolo aún no son muy conscientes de lo que han conseguido. Quizá sea porque pese a que el conjunto femenino vizcaíno se ha convertido en el primer club vasco que logra ascender a la máxima categoría nacional, la División de Honor, no lo han podido celebrar, salvo con una reunión por videoconferencia. Cuerpo técnico, directivo y jugadoras tienen una sensación «rara» de satisfacción.

Lo logrado es sin duda algo así como un milagro. Un club modesto, con apenas 200 jugadores en toda su estructura, ha conseguido hacerse un hueco en una de las ligas más potentes del planeta, en la que se codearán con algunas de las más destacadas waterpolistas del mundo. Es un premio que ha venido de la mano del segundo puesto en la clasificación, a 3 puntos del líder, Concepción Ciudad Lineal de Madrid, que ya daba acceso directo a la élite. Debido a la cancelación de la temporada por la crisis sanitaria el ascenso no fue ratificado hasta hace unos días, más de dos meses después de su último partido. «Es una alegría muy grande, un paso muy especial con el que se ha confirmado el buen trabajo que se ha venido haciendo durante estos últimos años, que han sido muchos», declara Jon López, el artífice de todo desde el banquillo.

Él llegó hace década y media al club. Se hizo cargo de un conjunto femenino en el que había dudas sobre si podría salir adelante. Cada año se han marcado pequeños objetivos hasta consolidar un proyecto cocinado a fuego lento. «Empezamos ganando las ligas vascas y luego ascendimos a Primera, y en unos años nos ha venido esto. Al final siempre hemos ido mejorando la prestación del año anterior».

Después de varias temporadas merodeando las plazas que catapultan directamente a lo más alto, las leioztarras lo han conseguido en una campaña en la que siempre han estado en los puestos de cabeza. «El año pasado terminamos terceras. La intención era mejorar un poco y eso ya suponía meterte de lleno en la pelea. En la primera vuelta lo ganamos todo menos un partido, en el que empatamos. En la segunda nos costó mantener el gran nivel, pero las cosas fueron bien y acabamos siendo muy competitivas, ganando los encuentros importantes». Todo ello con un equipo joven, formado en su gran mayoría por canteranas.

Para su capitana, Virginia Cobos, la clave del éxito ha estado en la conexión del grupo. «Llevamos cuatro años jugando siempre las mismas y nos conocemos muy bien. Somos una piña», explica. Pero, sobre todo, han ganado experiencia. «Tenemos más temple y con ello conseguimos sacar adelante los partidos muy reñidos». Para ella, la próxima campaña supondrá «todo un reto», y asume que será «muy duro». «Hasta el momento no habíamos vivido esa presión. Ahora será un poco al revés, lo raro será el partido que consigamos ganar. Pero daremos el 200%».

Esa ilusión la comparte su entrenador. «Nos enfrentaremos a equipos de mayor presupuesto y mejores instalaciones pero sabemos que, subiendo un poco en la calidad de los entrenamientos, podremos pelear. Iremos a disfrutar de la experiencia, con el objetivo de la permanencia», declara el técnico Jon López.

Para que esto sea así trabaja ya el presidente de la entidad, Alberto Castro. «Hemos conseguido una auténtica hazaña histórica para Euskadi. Por primera vez un equipo de waterpolo vasco va a estar en la máxima categoría, en una de las ligas más grandes. Un logro increíble que ha venido en un momento en el que es complicado afrontar un ascenso porque sabemos que habrá problemas con los patrocinios y las subvenciones», subraya.

Pese a todo asegura que económicamente el club tiene viabilidad para dar el salto a División de Honor. Serán ocho los conjuntos catalanes a los que se enfrentarán (además de dos madrileños y uno de Zaragoza). Tendrán que hacer valer su casta ante el poderío del Mataró, vigente campeón, y del Sabadell y el Mediterrani, quienes se han repartido los títulos en las últimas tres décadas.