Beatrice de Lavalette, del atentado del aeropuerto de Bruselas a las paralimpiadas
La joven perdió las piernas con apenas 17 años y se refugió en su caballo DeeDee para recuperarse y participar en los Juegos de Tokio 2020
Judith Romero
Martes, 2 de noviembre 2021, 09:01
La vida de la joven estadounidense Beatrice de Lavalette cambió por completo cuando, con apenas 17 años, se preparaba para volver a casa tras unas vacaciones de primavera. La casualidad hizo que se encontrara en el aeropuerto de Bruselas Zaventem cuando un ataque suicida del Estado Islámico provocó 14 muertos y varias decenas de heridos. Ella fue uno de ellos. La bomba y la metralla le produjeron graves problemas como quemaduras y lesiones en la médula espinal. Con un mal pronóstico, fue una de las últimas víctimas en ser atendidas y terminó perdiendo las dos piernas.
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De Lavalette estuvo un mes en un coma inducido en el hospital y cayó en depresión. Deseaba volver a competir en atletismo, tanto en velocidad como en salto de longitud, y jugar al fútbol. También echaba de menos a su caballo DeeDee, con el que entrenaba en Bruselas, a donde se mudó debido al trabajo de su padre. Una visita del embajador de Estados Unidos en Bélgica le hizo empezar a valorar la idea de presentarse a los Juegos Paralímpicos en el futuro, aunque en esos momentos la joven no le prestó demasiada atención ya que, simplemente, quería recuperar «su vida normal».
A la recuperación hospitalaria le siguieron meses en los que Beatrice de Lavalette tuvo que «reaprender» a montar a caballo con la yegua Delegada X, a la que llama DeeDee. La deportista había perdido su masa muscular, pero logró recuperarla junto al equilibrio. «Los caballos me ayudaron a superar el accidente, me dieron esperanza», ha explicado. Su conexión con ellos es tal que su madre llegó a acercar a DeeDee al aparcamiento del hospital para que la joven pudiera verla durante su ingreso.
Al fin, De Lavalette hizo su primera aparición con el equipo paralímpico de Estados Unidos en enero de 2020. Un año y medio después supo que representaría a su país en los Juegos Paralímpicos de Tokio, celebrados en 2021 a causa de la pandemia de Covid. Una experiencia única para esta valiente deportista de 22 años que no ha renunciado a su pasión pese a haber perdido sus piernas. Ha salido adelante aprendiendo a ver el atentado terrorista de otra forma. «Creo que no sería la persona que soy hoy sin los eventos que ocurrieron aquel día», explica.
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