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Dicen que la fe mueve montañas. Y tanto el Athletic femenino como los 17.698 aficionados que se dieron cita este sábado en San Mamés ... para recibir al todopoderoso Barcelona llegaban con la mochila rebosante de ilusión y la convicción de poder entrar en el selecto grupo de equipos que logra sacar algo positivo ante el conjunto culé en la competición doméstica. La buena marcha del plantel que dirige David Aznar -cuatro triunfos consecutivos que le habían catapultado hasta la cuarta plaza de la tabla- alentaba ese sueño.
«Algún día tienen que perder. Esperemos que sea hoy», era la frase más repetida por los athleticzales, en su mayoría familias, a las puertas del estadio minutos antes de que echase a rodar la pelota. Sin embargo, hay cimas que solo unos pocos pueden hollar dada su dificultad, y el cuadro azulgrana es una de esas moles casi inexpunables por mucho que las rojiblancas estuvieran cerca, muy cerca de hacer cumbre. De hecho, a las bilbaínas solo les fallaron las fuerzas en los últimos metros de la ascensión después de noventa minutos de esfuerzo titánico que acabó sin recompensa.
Las de Pere Romeu, que llegaban a La Catedral con pleno de triunfos en Liga -quince-, los dos últimos por goleada -media docena de tantos ante Real Sociedad y Levante Badalona- y como líderes de la Champions, se toparon con un rival con las ideas claras. La escuadra bilbaína hizo del orden y el rigor defensivo su mejor virtud, sin renunciar en ningún momento al ataque con transiciones rápidas.
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Athletic
Nanclares, Maddi, Baños, Elexpuru, Nevado (Gara, m. 66), Valero, Pinedo (Lanzaluze, m.93), Vilariño (Fernández, m. 70), Amezaga (Nahikari, m. 70), Ortega y Azkona (Agote, m. 66).
0
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Barcelona
Cata Coll, Mapi León, Paralluelo, Pina (Vicky, m. 75), Aitana, Rolfö Alexia, m. 60), Kika Pajor, m. 60), Walsh (Patri, m. 75), Batlle, Engen (Paredes, m. 75) y Brugts.
Goles 0-1: m. 90 Alexia. 0-2: m. 93, Vicky.
Árbitra Alicia Espinosa, auxiliada en las bandas por Rita Cabañero y Miriam Martín. Amonestó a Maite Valero y al técnico David Aznar por parte del Athletic.
El cuadro catalán saltó al césped en el que en mayo pasado logró su tercera orejona con la intención de finiquitar el choque lo antes posible pensando en la Supercopa que tendrá lugar del 22 al 26 de este mes en Leganés y los primeros veinte minutos fueron un monólogo azulgrana, aunque sin generar verdadero peligro en la meta de Nanclares. «No podemos correr los noventa minutos detrás del balón», lanzaba David Aznar en la previa, dejando alguna pista de por dónde podían ir los tiros. Le faltó decir que hay que saber cuándo y cómo hacerlo.Las rojiblancas, que mostraron gran personalidad pese a su juventud, cedieron la iniciativa al rival a la espera de que llegara su momento. Conforme transcurrían los minutos, el dominio azulgrana se hizo más acentuado, pero ese control de la posesión no se reflejaba en ocasiones. El Athletic cerraba bien por dentro y estaba atento a las ayudas para taponar las llegadas, sobre todo de Rolfö por banda izquierda. Un disparo desviado de Pina y otro lanzamiento de Aitana desde la frontal que se marchó junto al palo derecho de Nanclares fueron todo el bagaje ofensivo de las catalanas en el primer periodo.
Y en esas llegó la jugada que pudo cambiar el signo del partido. Las rojiblancas estuvieron muy vivas a la hora de sacar rápido una falta desde la derecha que pilló descolocada a la zaga culé y el centró al segundo palo de Ortega lo remató al larguero Amezaga. El rechace posterior lo cabeceó Baños con tan mala suerte que el esférico se estrelló de nuevo en el poste.
A partir de ese instante, el Athletic terminó de creerse que podía hacer daño y logró meter el miedo en el cuerpo al Barça cada vez que salía a la contra. Las rojiblancas alcanzaron el campamento situado a mitad de camino de la cima con sus opciones de victoria intactas ante la campeona de Europa y de Liga. Pero para hacer cumbre todavía quedaba mucho trecho por cubrir.
Y como era de esperar, a la vuelta de vestuarios, el Barça intensificó su presión en busca de los tres puntos. Poco a poco encerró cada vez más al Athletic en su área, aunque seguía sin encontrar la forma de echar abajo el muro ideado por David Aznar. Y cuando las azulgrana encontraban una pequeña brecha aparecía la figura salvadora de una colosal Nanclares bajo palos. La de Miranda de Ebro le sacó un remate a bocajarro a Aitana a los 64 minutos y después despejó otro mano a mano con la recién salida al terreno de juego Vicky en pleno asedio azulgrana.
Y cuando la entregada grada de San Mamés empezaba a saborear el empate apareció la figura de Alexia Putellas para echar por tierra sus ilusiones. Era el minuto 90 cuando la exbalón de oro recibió un pase de Pajor y fusiló a Nanclares. La imagen de las jugadoras rojiblancas tiradas sobre el césped tras el tanto lo decía todo. Se habían quedado a las puertas de su sueño. Con el Athletic física y anímicamente traspuesto tras el mazazo llegó el segundo tanto azulgrana en el descuento.
Las de David Aznar, pese a su gran partido no consiguieron premio a la primera, pero tendrán dos oportunidades más en breve para dar una alegría a su afición en San Mamés, donde también jugarán el derbi frente a la Real Sociedad –16 de febrero–, rival directo en la lucha por Europa, y el duelo ante otro de los 'cocos' de la competición, El Real Madrid –2 de marzo–. Las rojiblancas ya conocen el camino.
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